APUNTE.COM.DO – SALUD NATURAL.-Por Ramiro Estrella, periodista y abogado.-
SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA.– En medio del creciente interés por los tratamientos naturales y accesibles, resurge con fuerza una práctica milenaria que combina dos ingredientes sencillos y económicos, pero poderosos: la sal y el bicarbonato de sodio. Se trata del lavado de pies con sal y bicarbonato, una técnica casera que ha sido utilizada por generaciones para aliviar molestias físicas, mejorar la circulación y promover la relajación.
Aunque parezca una receta simple, la mezcla de estos elementos tiene un respaldo empírico importante, con múltiples beneficios comprobados por terapeutas alternativos, médicos naturistas e incluso por la experiencia de miles de personas que han encontrado alivio a dolencias comunes mediante este método.
El procedimiento es fácil de realizar en casa:
Se llena un recipiente o palangana con agua tibia.
Se agregan de 2 a 3 cucharadas de sal (preferiblemente marina o sal gruesa) y 2 cucharadas de bicarbonato de sodio.
Se introducen los pies en la mezcla durante 15 a 20 minutos.
Al finalizar, se recomienda secar bien los pies y aplicar una crema hidratante o aceite natural.
Este tratamiento puede realizarse una o dos veces por semana, según las necesidades de cada persona.
1. Relajación y alivio del estrés
Uno de los beneficios más inmediatos es la sensación de descanso. La combinación de sal y bicarbonato ayuda a relajar los músculos, disminuir la tensión acumulada y reducir el estrés mental. Es ideal para personas que pasan muchas horas de pie o que sufren de fatiga crónica.
2. Desinflamación de pies y tobillos
El baño actúa como antiinflamatorio natural, ayudando a reducir la hinchazón por retención de líquidos o mala circulación. Personas con condiciones como varices, artritis o pies hinchados por calor o cansancio físico, encuentran gran alivio con este método.
3. Eliminación de hongos y bacterias
El bicarbonato es conocido por su poder antimicótico, mientras que la sal actúa como antiséptico. Esta combinación contribuye a combatir hongos, mal olor y bacterias en los pies, ayudando en la prevención de infecciones como el pie de atleta.
4. Exfoliación y suavidad
El tratamiento también ayuda a remover células muertas y callosidades. Después del remojo, la piel queda más blanda y lista para ser exfoliada con una piedra pómez o cepillo. Ideal para personas con pies resecos, agrietados o con durezas.
5. Mejora la circulación
El calor del agua, junto con las propiedades de la sal, estimula la circulación sanguínea en los pies y piernas. Esto favorece la oxigenación de los tejidos, alivia los calambres y mejora la sensación de pesadez.
6. Equilibrio del pH y desintoxicación
El bicarbonato ayuda a equilibrar el pH de la piel y a eliminar toxinas acumuladas a través de los poros. Aunque no es una cura milagrosa, puede complementar tratamientos de limpieza interna y ayudar al bienestar general del organismo.
Aunque es una práctica segura, no se recomienda para personas con heridas abiertas, úlceras en los pies, infecciones graves o diabetes mal controlada, ya que la piel podría ser más sensible o vulnerable a irritaciones. En estos casos, lo ideal es consultar con un médico antes de iniciar cualquier tratamiento casero.
Asimismo, se sugiere usar productos naturales y evitar aromatizantes o colorantes artificiales en el agua, para no generar reacciones alérgicas o irritaciones.
En conclusión, el lavado de pies con sal y bicarbonato no solo es un ritual de bienestar físico, sino también un gesto de cuidado personal que conecta cuerpo y mente. En tiempos donde la salud integral cobra mayor relevancia, este remedio casero se posiciona como una opción eficaz, económica y al alcance de todos.
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