Seguro has escuchado decir que comer este tipo de carne en exceso, uno de los hábitos alimentarios de la sociedad moderna de Estados Unidos, está asociado con la incidencia de muchas enfermedades y varios tipos de cáncer, como el de colon y el de próstata.
Un estudio reciente, llevado a cabo durante veinte años, y dirigido por la académica Maryam Farvid, del Departamento de Nutrición de la Facultad de Salud Pública de Harvard, concluyó también que entre las mujeres que consumían más carne roja aumentaba el riesgo de sufrir de cáncer de seno.
La experta y su equipo recopilaron datos de casi 90 mil mujeres de entre 26 y 45 años sobre la cantidad de carne de res, cerdo y cordero que incluían en su dieta, así como otras carnes procesadas.
También les preguntaron sobre el consumo diario de legumbres, carne de aves y pescado, y se tuvieron en cuenta otros factores físicos, hábitos y de historial familiar.
Según esta investigación, las mujeres que comieron 1.5 raciones de carne roja al día tenían un 22% más de riesgo de cáncer de seno, mientras las que sustituyeron la carne roja por pescados, aves y legumbres disminuyeron el riesgo en un 14% .
Conclusiones del estudio
Este tipo de estudio basado en la observación no se considera prueba científica definitiva, y sus propios autores reconocen que las razones biológicas de la conexión entre la carne roja y el cáncer de seno todavía no están claras.
Los representantes de la industria de la carne han puesto en duda la metodología y los resultados del estudio, pero otros expertos tampoco lo consideran concluyente.
La doctora Stephanie Bernik, jefa de oncología quirúrgica del Hospital Lenox Hill de Nueva York, señaló que las mujeres que comían menos carne también llevaban un estilo de vida más saludable en general, lo cual reduce el riesgo de cáncer. Varios estudios anteriores negaron que existiera un vínculo entre el consumo de carne roja y el cáncer de seno.
Cosas que debes saber sobre la carne roja
Según un estudio publicado en el Nature Medicine, la carnitina, un compuesto que se encuentra en la carne roja, provoca arteroesclerosis y endurece o tupe las arterias.
Consumir proteína procedente de fuentes como legumbres, pollo, pescado se asocia con un riesgo más bajo de mortalidad.
Un informe publicado en JAMA Internal Medicine explica que con el tiempo comer carne roja o carne procesada hace que aumente el riesgo de contraer diabetes tipo 2.
Las carnes contienen grandes cantidades de hierro y si se comen en exceso pueden provocar que se eleven los niveles de hierro en el cerebro y hacer que aumente el riesgo de padecer de alzhéimer.
Por otra parte aunque muchos cortes de carne son altos en colesterol y grasas saturadas, los cortes magros de carne roja fresca u orgánica una vez a la semana están cargados de nutrientes vitales.
Contiene zinc, necesario para ayudar a formar masa muscular y fortalecer el sistema inmunitario.
Es una fuente natural de vitaminas B, como la B-12, buena para el sistema nervioso; y B-6 que ayuda a fortalecer el sistema inmunitario. También contiene niacina y riboflavín que ayuda a tener una piel y ojos saludables.
Fuente: Siempre Mujer