Hay una bacteria intestinal que está causando problemas durante varias décadas, pero hay pocas posibilidades de que hayas oído hablar de ella.
Esta bacteria se llama Helicobacter Pylori o simplemente H Pylori. Esta es una bacteria intestinal asintomática complicada, que es difícil de detectar sin pruebas médicas.
¿Cómo lo saberlo?
Hay algunos síntomas embarazosos que incluyen hinchazón, eructos, diarrea, reflujo esofágico, estreñimiento, dolores superior e mediados de abdominales y flatulencia.
La mayoría de las personas piensan que estos son síntomas normales del cuerpo, sin reconocer el problema de salud. Esta bacteria es la causa principal de la gastritis, la cual es una inflamación del revestimiento del estómago. Pero, el H Pylori también está dando lugar a numerosas condiciones no digestivas, como los trastornos cardiovasculares y migrañas.
El H pylori también puede causar ansiedad y depresión. La razón para esto una escasez sérotine en el cerebro.
Podría sucederte a ti!
Es tan difícil de manejar este tipo de problemas, sobre todo cuando no se tiene ninguna idea de lo que está sucediendo dentro del cuerpo. En primer lugar, esta bacteria en forma de espiral está residiendo en el revestimiento del estómago.
Esta condición, por lo general no está asociado con problemas que afectan como la depresión y la ansiedad. Por otra parte, la bacteria está trabajando en una manera disimulada, con el fin de cambiar la forma en que te sientes sin darle señales de lo que está sucediendo.
La mayoría de las personas entran en contacto con el H Pylori mediante el consumo de alimentos y agua contaminadas. Esto está sucediendo a través de materias fecales. Si alguien está preparando la comida sin lavarse las manos, puede estar en riesgo de contraer el H Pylori. Por lo tanto, asegúrate de que las condiciones en tu casa o en el restaurante que estes visitando sean higiénicas.
Qué se puede hacer para combatir esta bacteria
Más del 80% de los casos con H Pylori son tratados con éxito. Antibióticos son muy útiles en este tipo de casos y se requiere la ayuda médica.
Una buena dieta es muy importante con el fin de mantener esta bacteria alejada de tu estómago. El consumo de vitaminas A, C y E, junto con el zinc y los probióticos, es también muy importante para proteger el revestimiento del estómago.