Cómo elaborar tu propia mascarilla anti-edad

Todas sabemos que las cremas anti-edad que vemos en las publicidades muchas veces son excesivamente caras y no se acomodan a nuestro presupuesto. Por fortuna, la madre naturaleza nos permite elaborar nuestra propia mascarilla anti-edad de manera sencilla. ¡No te las pierdas!

Ingredientes necesarios

6 cucharadas grandes colmadas de mantequilla
2 cucharadas de harina de avena (procura que no sea la instantánea)
1 cucharada grande colmada de aceite de oliva extra virgen
1 cucharadita de té de aceite de almendras

Preparación

Pon la mantequilla y la harina de avena en un recipiente y llévalo a fuego suave.
Caliéntalos hasta que ambos productos se integren.

A continuación, añade el aceite de oliva extra virgen y el aceite de almendras y deja que la solución se enfríe. Debes conseguir que la pasta tenga una consistencia suave y a su vez pegajosa.

Por tanto, si notas que quedó demasiado dura, añádele un poco más de aceite de oliva o de almendras.

Cómo usar la mascarilla anti-edad

Cuando la mascarilla de mantequilla y avena está a temperatura ambiente, tómala con tus dedos y extiéndela por todo tu rostro, ¡sin olvidar tu cuello! No deberás colocarla en el área de tus ojos ni en los párpados.

Déjala actuar unos 30 minutos para que sus componentes hagan el efecto deseado y, luego, elimina los restos de la mascarilla anti-edad con agua fría y caliente en forma alternativa, siendo la fría con la que deberás finalizar el tratamiento.

Por último, seca tu rostro con una toalla limpia y no olvides tonificar tu cutis con tu crema hidratante para evitar que la humedad que le proporcionaste a tu piel se evapore.

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