Soy fan de la bollería casera, es posible hacer en casa infinidad de bollos, a buen seguro, nada tendrán que envidiar, si no todo lo contrario, a los que podamos comprar de forma industrial. Es cierto que necesitas cierto tiempo para dedicarle a este tipo de masas, pero el resultado vale la pena. Poder disfrutar de unos bollos de leche caseros o un bollicao como los de siempre pero hecho con nuestras manos, en mi opinión no tiene precio.
400 gr. Harina de fuerza
195 ml. Leche entera Central Lechera Asturiana
80 mantequilla Central Lechera Asturiana
1 huevo
8 gr. Levadura fresca
5 gr. Sal
60 gr. Azúcar + algo para espolvorear
PREPARACIÓN DE LAS CARACOLAS DULCES
En un bol mezclamos todos los ingredientes. En esta ocasión he utilizado una amasadora eléctrica o un robot de cocina para el amasado. Con 8 o 10 minutos será suficiente el trabajo de la masa. Si optamos por el amasado a mono os recomiendo dedicarle unos minutos más.
Ponemos la masa en un bol enharinado y lo tapamos con papel transparente. Dejamos que repose durante unos 30 minutos en un lugar cálido y sin corrientes, el interior del horno previamente templado es un sitio perfecto.
Dividimos la masa en porciones de unos 60 gr. y le damos forma a cada uno. Estiramos cada porción con un rodillo de forma alargada, podéis verlo en el paso a paso en fotos. Con un cuchillo hacemos unas incisiones profundas a lo largo de la masa, pero sin que lleguen a cortarla totalmente. Enrollamos la pieza y la doblamos sobre si misma haciendo una caracola.
Colocamos cada porción en la bandeja del horno sobre un papel vegetal. Debemos ponerlas separadas unas de otras ya que aún crecerán bastante. Dejamos que reposen las caracolas durante 30 minutos más dentro del horno aún templado, hasta que doblen su volumen.
Pintamos las caracolas con una pizca de mantequilla derretida, espolvoreamos con abundante azúcar y horneamos, con el horno previamente caliente a 180º C, durante 20 minutos. Si vemos que durante el horneado las caracolas se tuestas demasiado, las tapamos con papel de aluminio.
Retiramos las caracolas del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla entes de disfrutarlas. Estás perfectas recién hechas, y os harán disfrutar de unas meriendas de rechupete, acompañadas de un cafetito, ¡quién da más!
Fuente: Recetasde Rechupete