Solemos utilizar la sal común en nuestra cocina a diario. Sin embargo, estudios recientes han demostrado los efectos dañinos del consumo excesivo de esta especia. Por eso queremos aclarar qué es más saludable, ¿la sal marina o la sal de mesa?
La Dra. Samar Yorde, médico especialista en Salud Pública y Medicina de Obesidad, locutora, conferencista y entrenadora de vida, explicó a través de su cuenta en Instagram la diferencia.
La sal marina se obtiene directamente de la evaporación del agua del mar. No se procesa y eso le permite retener cantidades muy pequeñas de minerales como magnesio, potasio y calcio.
La sal común se obtiene de depósitos de sal y es refinada para darle esa textura que la hace mucho más fácil de incorporar y disolver en las preparaciones. En Venezuela al procesar la sal se le añaden minerales beneficiosos como el yodo y flúor, los cuales favorecen la salud bucal y evitan el bocio endémico.
La sal está compuesta por dos elementos: cloruro y sodio. El sodio es muy importante para el organismo, ya que se necesita para la transmisión del impulso nervioso a través de los nervios, en la contracción muscular y para mantener el adecuado balance de los fluidos corporales. Los riñones son los encargados de controlar la cantidad de sodio en el cuerpo.
¿Mito o verdad?
La sabiduría popular señala a la sal marina como menos dañina que la sal común, ya que no ha sido procesada.
Sin embargo, una reciente investigación llevada a cabo en el Reino Unido niega esta concepción, ya que ambas sales tienen exactamente la misma composición química. Durante la investigación se encontró que todas contienen la misma cantidad de cloruro de sodio y son igualmente dañinas para la salud si se consumen en exceso
Es importante recordar que la OMS recomienda que el consumo medio de sal sea: 5 gr al día (1 cucharadita)