Tanto el pan como el aceite son el perfecto aperitivo para degustar como entrada. Este tipo de aperitivos normalmente son ofrecidas por cualquier restaurant que tenga una categoría aceptable.
Normalmente se suele servir esta combinación antes de que llegue el plato principal. Para los profesionales y dueños de estos espacios gourmet le dan mayor peso a esta entrada.
Actualmente suelen ofrecer una carta exclusiva de los diversos panes que ofrece. Esta decisión no debe ser tomada a la ligera. Una buena selección entre el pan y el aceite de oliva es fundamental para poder apreciar por completo su sabor. Con este tipo de opciones se permitirá disfrutar a plenitud cada uno de los sabores sin tener que opacarse.
El maridaje perfecto está entre el aceite de oliva extra de variedad arbequina y los panes delicados aromáticos como los de naranja, pasa y miel. Por su parte el aceite tiene un sabor más suave y dulce que encaja perfectamente con esta variedad de panes.
En el caso de aceite de oliva extra de variedad cornicabra, tiene un sabor ligeramente amargo y encaja perfectamente con los panes de frutos secos, de miel y orejones. Una segunda opción para degustar con este aceite de oliva es el tradicional pan de Cea.
Para los aceites extra de la variedad hojiblanca, los que perfectamente entrar en armonía son los aquellos panes que están elaborados con hierbas, especias o los de centeno. Pero el que encaja perfectamente son los panes españoles como el bollo sevillano o la rosca gallega.
Fuente: Cocina y Vino
