Las mujeres de 30 y 60 años de edad están en riesgo más alto de un aneurisma cerebral, mientras que los hombres mayores de 65 años tienen un riesgo más alto de un aneurisma aórtico.
¿Qué es el aneurisma?
Un aneurisma es un abultamiento en una arteria y ocurren más comúnmente en las arterias del cerebro o en la arteria más grande del cuerpo, como la aorta. Un aneurisma aórtico puede ocurrir en el pecho (un aneurisma de la aorta torácica o TAA) o en el abdomen (un aneurisma aórtico abdominal o AAA).
La mayoría de las personas con un aneurisma ni siquiera saben que lo tienen. Sin embargo, si el aneurisma se desarrolla lo suficientemente grande, la pared de la arteria puede llegar a ser tan delgada que la sangre comienza a filtrarse en la pared del vaso sanguíneo o hacia fuera en los tejidos o partes del cuerpo.
Consecuencias de un aneurisma
Un aneurisma puede llegar a ser tan débil que finalmente estalla con serias consecuencias en la salud. Si se producen fugas de aneurisma cerebral o rupturas, las áreas del cerebro no pueden obtener suficiente circulación de la sangre.
¿Quienes pueden padecer un aneurisma cerebral?
En los Estados Unidos, los aneurismas cerebrales ocurren en una de cada 50 personas, aunque la mayoría de ellos nunca tendrán ningún síntoma o problemas como resultado.
Acerca de 27.000 personas al año tienen un accidente cerebrovascular causado por un aneurisma cerebral, y cerca de 14.000 personas mueren cada año a partir de los aneurismas de aorta (75 por ciento de ellos de AAA).
Las mujeres entre 30 y 60 años de edad están en mayor riesgo de los aneurismas cerebrales, y los hombres mayores de 65 están en mayor riesgo de los aneurismas aórticos.
Qué puede ocasionar un aneurisma
Otros grupos que tienen un alto riesgo de desarrollar un aneurisma incluyen personas que:
Cuáles son los síntomas de un aneurisma
A veces un gran aneurisma puede ejercer presión sobre los nervios cercanos o tejidos, causando dolor, entumecimiento, u otra disfunción. Sin embargo, la mayoría de los aneurismas no provocan síntomas a menos que comiencen a sangrar o reventar.
Los síntomas de una disección o sangrado provocado por un aneurisma dependen de la ubicación del aneurisma.
Los síntomas pueden incluir dolor intenso (como dolor de cabeza intenso, pulsátil o dolor agudo en el abdomen, el pecho y/o espalda), sudoración, náuseas, vómitos y pérdida del conocimiento.
El diagnóstico
Muchos aneurismas se diagnostican incidentalmente cuando un paciente se somete a una prueba por otra razón.
Los exámenes para confirmar el diagnóstico de aneurisma pueden incluir radiografías, ecografía, tomografía computarizada, resonancia magnética, y los estudios de tinte para ver las arterias.
El tratamiento de los aneurismas