Adelgazar comiendo helados?

Sobre el proyecto del Instituto Weizmann para crear dietas personalizadas les contamos algo en el pasado.

Ahora los mismos investigadores están viendo de forma contundente que todos reaccionamos de manera diferente a la misma comida, y comienzan a reunir datos para producir “dietas personalizadas”.

Un algoritmo informático que crea dietas personalizadas para las personas que buscan perder peso podría ayudar mucho más que contar calorías o hacer ejercicio, según este estudio reciente.

Los resultados de un estudio realizado por los científicos de Weizmann indica que es la forma en que las bacterias del estómago reaccionan a los alimentos lo que dicta lo que una persona debe y no debe comer.

La premisa de que las sugerencias generales para una alimentación saludable – mediante, por ejemplo, el consumo de más frutas y verduras – son adecuados para todo el mundo, no son necesariamente ciertas según indica la investigación.

En cambio, las dietas adaptadas personalmente, dependiendo única constitución biológica de cada individuo, puede ser el método más eficaz.

“Todos somos diferentes”, dice el doctor Eran Segal, que dirige el proyecto con Eran Elinav. “Vemos una enorme variabilidad en las respuestas de las personas a los alimentos, así que si quieres prescribir dietas, tienen que ser adaptadas a cada uno y uno.”

El estudio se realizó inicialmente con 20 personas con pre-diabetes, que encontraron que a lo largo del programa, sus niveles de glucosa estaban en niveles saludables. Más de 1.000 personas se han registrado en los últimos dos años para estos estudios.

“La glucosa en sangre es la clave para el control de peso y la diabetes, y está vinculada a muchas, muchas otras enfermedades, incluyendo el cáncer”, dijo Segal.

Los participantes usan un monitor de glucosa en la sangre, que registra niveles cada cinco minutos. Los científicos reunieron datos sobre cómo los participantes reaccionaron a más de 50.000 comidas a lo largo del estudio. Las diferencias fueron muy significativas.

“En algunas personas, cuando comen pan, no muestran cambios en los niveles de glucosa, pero a otros les genera picos dramáticos”, dijo Segal.

Entonces, los científicos se propusieron determinar qué factores llevaron a esas diferencias y estudiaron los microorganismos que viven en nuestros intestinos y cómo respondieron a la alimentación.

En la última etapa del estudio, desarrollaron algoritmos informáticos para analizar los datos recogidos y descubrieron que podían predecir con precisión cómo diferentes personas respondería a los alimentos.

En muchos de los casos, dijo Segal, las dietas controladas dadas a los participantes contenían alimentos que la mayoría de las personas no encontrarían propicios para perder peso, tales como helados y pan con mantequilla.

“Hay muchas más sorpresas, incluyendo alimentos que se consideran “saludables” pero resulta que no lo son, agregó.

Todo nuestro enfoque es impulsado por datos, y no se basa en hipótesis o ideas preconcebidas, que en nuestra opinión hacen a nuestros resultados más poderosos y científicos.”

En los próximos meses, los científicos se ponen ampliar el estudio para probar la eficacia de dietas personalizadas.

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