Como la causa más frecuente del aumento del colesterol depende de lo que ingerimos diariamente en nuestra alimentación, la estrategia médica es recomendar la reducción en la ingesta de grasas saturadas y ácidos grasos trans, que tan pronto son consumidos y tocan el hígado, se transforman en colesterol.
Así lo señala el doctor Félix Manuel Escaño, endocrinologo especializado en diabetes.
“En las personas con facilidad para que le aumente el colesterol, los especialistas recomiendan tener algunos cuidado con los alimentos que consumen”, indica Escaño, presidente de la Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD).
Las principales recomendaciones son controlar, o evitar, las grasas en las comidas (aceites, margarina, mantequilla); carnes, sobre todo con grasa visible (tocineta, chuletas, piel pollo etc.); vísceras, que pueden contener “grasa escondida” (mondongo etc.), yemas de huevos y embutidos.
“La complicación más temida del aumento en el colesterol es el “endurecimiento” de las paredes arteriales enfermedad conocida como aterosclerosis que es causa de infartos, angina, hipertensión arterial etc.”, explica el también coordinador de la Unidad de Diabetes Hospital General Plaza de la Salud.
En sentido general, el especialista aconseja que mantener un orden en la alimentación, cuidándose de las grasas, realizando ejercicios diarios, dejando el tabaco y reduciendo la ingesta alcohol, forma parte de las medidas importantes para aplicar en el diario vivir.
Factores de riesgo. El doctor Escaño dice que entre los factores que pueden incidir en el aumento del colesterol están: antecedentes familiares de trastornos del colesterol; edad (generalmente por encima de 55 años); sexo (mayor en hombres); sobrepeso y obesidad; déficit en la función de la tiroides (hipotiroidismo); diabetes mellitus; hepatitis; insuficiencia renal y uso de algunos medicamentos como cortisona, antihipertensivos y anticonceptivos.
El especialista manifiesta que cuando aumentan el colesterol total y el colesterol malo (LDL) y a la vez se reduce el colesterol bueno (HDL), el riesgo de complicaciones cardiocirculatorias aumenta vertiginosamente.
“Hay dos fuentes principales para que el colesterol aumente en la sangre: alteración del hígado, que no procesa las grasas ingeridas, o ingesta excesiva de grasas en la alimentación”, explica.
Indicios. Señala que los síntomas producidos por el colesterol elevado en la sangre suelen confundirse con cualquier enfermedad que produzca complicaciones vasculares.
Puede producir mareos, dolor de cabeza, aumento en la presión arterial, dolores poliarticulares, salida de “bolitas de grasa” debajo de la piel (exantemas), o en los párpados, conocidas como xantelasmas.
La patología. El doctor Félix Escaño, quien funge también como Director del Centro Endocrinologia y Especialidades, explica que la hipercolesterolemia es una elevación de la cantidad de colesterol en la sangre hasta unos valores por encima de lo considerado normal. A partir de 250mg/dL se habla de una patología.
“El colesterol en la sangre es transportado por unas proteínas llamadas lipoproteínas, que transportan, además de colesterol, triglicéridos, y por ello, también se puede producir hipertrigliceridemia, es decir, un aumento de triglicéridos en sangre”, dice el endocrinólogo.
De igual forma, explica que este aumento en los triglicéridos parece tener un papel como factor de riesgo cardiovascular, y que se considera patológico cuando los niveles de triglicéridos sobrepasan los 200mg/dL, dice.
Tipos de colesterol. La unión del colesterol a las proteínas hace que se distingan dos tipos: el que es transportado desde el hígado a los tejidos (LDL), cuyo nivel normal debe ser menor de 130 mg/dl., y que es llamado colesterol malo, pues origina depósitos de colesterol sobre los vasos sanguíneos, y, por tanto, conlleva un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular; y el bueno (HDL), que es transportado desde los tejidos al hígado sin depositar colesterol sobre los vasos”, y debe mantenerse por encima de 40, explica.