Las terapias energéticas (que utilizan la energía natural) son tan variadas que nos sorprendemos de ver que cada día se descubren más modalidades de ellas.
Una de estas terapias que se distingue por sus efectivos resultados, es la que conformó el Dr. Alex Lloyd y con la que logró sanar a su esposa de una profunda depresión crónica.
A base de probar una y otra vez este método con sus propios pacientes, logró mejorarlo para luego decidir compartirlo y ayudar a quienes desean sanar cuerpo, mente y espíritu, aprendiendo a aplicarlo en sí mismos.
Estos métodos alternativos de sanación por la energía, se basan en el principio de que todos somos Uno y que la falta de amor y de perdón en nuestras vidas, así como vivir en estado de tensión, temor y angustia constantes, son los verdaderos generadores de las disfunciones orgánicas, a partir de un estado emocional alterado del que no somos conscientes.
Al aplicar tres veces al durante cuatro o cinco semanas, estos códigos de sanación, las personas se curan de una forma sutil, al equilibrar las energías naturales de su cuerpo y les devuelve el estado de salud original.
Con los códigos de sanación, se ayuda a que las personas desechen creencias erróneas y a sanar los asuntos “del corazón” que causan tensión, fracaso y que con frecuencia derivan en dolencias físicas.
A partir de sus experiencias, el Dr. Lloyd desarrolló nuevas formas y combinaciones aptas para resolver bloqueos energéticos que están en la raíz de muchos problemas de salud físicos y mentales.
Entre los padecimientos que el Dr. Lloyd afirma haber ayudado a sanar con estos códigos están trastornos como la ansiedad, túnel del carpo, dolor de espalda, dolor de cabeza crónico, gripes, resfriados, cáncer de seno, fatiga crónica y muchos otros más.
Los códigos de sanación se basan en el principio de que existen cuatro centros energéticos en el cuerpo, ligados todos a la glándula pineal. Se ubica a la altura del entrecejo, otro en la garganta al nivel de la “nuez de Adán”, otro más en la articulación témporo-mandibular por delante de las orejas, y el cuarto a la altura de los parietales, por encima de las orejas un poco más atrás de las sienes.
Estos cuatro centros energéticos, son los puntos donde se aplican las técnicas conocidas como los códigos de curación del Dr. Alex Lloyd.
Código Universal
La técnica que mostramos a continuación es la que se conoce como el Código Universal y es sólo una muestra de lo que se puede hacer con los códigos, sin embargo, al aplicar esta simple técnica, se pueden resolver muchos de los problemas de salud comunes.
La técnica básicamente consiste en utilizar nuestras manos para dirigir y concentrar la energía en estos puntos específicos. Una vez que hayamos determinado qué asunto específico es el que deseamos sanar, se procede a aplicar los códigos. Se recomienda al hacer estos códigos ser muy específicos en lo que se desea resolver, solicitando la solución de un solo problema a la vez.
Es importante también reflexionar en los sentimientos que nos genera este problema, y de ser posible, calificarlo del 1 al 10 en el grado de afectación que sentimos por ello, siendo el 10 el valor de mayor intensidad.
A continuación, encontrar una imagen o situación del pasado (del pasado reciente o de la infancia) que nos genere esta misma emoción, tomando en cuenta que no importa si no está relacionado directamente con el tema que intentamos resolver.
Al realizar los códigos, traiga a su mente un recuerdo positivo o de amor, o algún pensamiento que le inspire confianza, alegría, optimismo y que le haga sentir bien.
Ya sea algo del pasado, del presente o incluso del futuro, algo que le gustaría que se hiciera realidad. Mantenga en su mente esa imagen positiva durante la aplicación de los códigos. Siga al pie de la letra los procedimientos según se explican.
Recuerde hacer una oración o petición sincera desde el fondo del corazón, para que se sane ese problema que deseamos resolver, de una forma completa, a partir de hoy y para siempre. Haga esta oración o petición a su manera.
Antes de la práctica, se recomienda beber agua para hidratar el cuerpo, pues la energía que se mueve requiere de un organismo hidratado.
Procedimiento:
Sentado frente a una mesa (para apoyar los brazos) o acostado en una postura cómoda y relajada, se toma una respiración profunda y se continúa respirando acompasadamente.
Cierre sus ojos y con las manos relajadas se unen los dedos extendidos y sin juntar las yemas se forma una especie de pinza. Se elevan las manos por encima de la cabeza apuntando hacia arriba y se pide a la energía divina o universal que se concentre en nuestras manos.
Código 1
Se llevan las puntas de los dedos de ambas manos al entrecejo (sin tocarlo) mientras se lleva a su mente esa imagen positiva que le haga sentirse bien. En este momento, pida perdón de todo corazón, a todas aquellas personas o seres a quienes haya podido ofender o lastimar durante su vida, repitiendo que lo siente y que por favor le perdonen.
Código 2
A continuación, se llevan las puntas de los dedos a la altura de la garganta y sin tocar la piel, pida de todo corazón que el padecimiento (mencione aquí lo que desea resolver, ya sea físico, mental o emocional) sea sanado de forma completa a partir de este momento y para siempre. Mantenga la posición y repita la petición durante 30 segundos aproximadamente.
Código 3
Ahora lleve las manos a la articulación de las mandíbulas y repita la petición. De igual forma mantenga la posición durante menos de un minuto y repita su deseo de sanar de ese malestar específico de una vez y para siempre.
Código 4
Se colocan los dedos por encima de las orejas a nivel de los huesos parietales y se repite la petición de la misma forma, poniendo toda su intención en sanar de ese trastorno de forma definitiva a partir de hoy y para siempre.
Baje sus brazos, para descansarlos, respire profundamente y confíe en que se resolverá su problema.
Después de practicar estos códigos durante varios días o semanas, cuando sienta que ya se ha resuelto el problema deseado, podrá pasar a aplicar los códigos universales para resolver otro problema.
Recuerde pedir la solución de un problema a la vez.
