¿Qué puedes picar cuando estás a dieta?

¿Estás siempre hambrienta porque estás a dieta?

Esto en realidad es más contraproducente. Pierde peso pero no pases hambre ni te sientas mal. Aprende a picar durante horas.

Tengo una amiga que siempre está a dieta. Ha probado de todo, desde pócimas extrañas que venden en establecimientos de dudosa procedencia, hasta tratamientos para adelgazar personalizados y elaborados por médicos serios y confiables.

Sin embargo, por más fuerza de voluntad que tenga, en algún momento del día, a mi pobre amiga le entran unas enormes ganas de comer alguna cosita.

¿Qué quiere decir esto? Esto quiere decir, opinan los expertos, que el cuerpo está pidiendo algún nutriente que le está haciendo falta y, de nosotros depende, darle lo que más nos conviene y lo que menos engorde. Así que ¿qué puedes picar cuando estás a dieta?

Lo primero antes de responder a la pregunta es detectar qué causas despiertan el hambre en determinados momentos del día, especialmente en el caso de las mujeres: ya sea por estrés, por pasar horas en casa sin mucha actividad, por haber cometido el imperdonable error de habernos saltado una comida, por efecto de las benditas hormonas… cualquier pretexto es bueno para cometer un pecadillo y comer algo.

¿Cómo no caer en la tentación?

La respuesta está en aprender qué alimentos y bebidas sí se pueden tomar para no arruinar el esfuerzo de estar a dieta. Especialistas como el bariátra mexicano Arieh Goldberg, o la nutrióloga Clotilde Vázquez, jefa del Servicio de Nutrición del Hospital Ramón y Cajal de Madrid (España), señalan que cuando se despierta el apetito entre comidas, lo más recomendable es beber un vaso de agua porque ayuda a desaparecer la ansiedad y calma las ganas de comer.

Esto ocurre porque cada vez que tomamos líquidos, se produce una distensión abdominal, es decir, se adquiere más volumen pero de manera momentánea.

Otra buena idea es tomar una tacita de té verde ya que, además de ser antioxidante, contiene L-teanina, una sustancia que ayuda a sentirnos saciadas por más tiempo. Lo que mi amiga no sabía es que, además, el té verde es ideal en el desayuno porque produce un efecto termogénico, es decir, contribuye a acelerar la tasa metabólica basal (gasto calórico): si esto se logra a primera hora del día, en que el cuerpo está más activo, podremos quemar calorías de forma más rápida.

Por si esto fuera poco, una recomendación que siempre hace el Dr. Goldberg es tomar un vaso de jugo de tomate o un trozo de queso panela, cuando el cuerpo pide algo salado. Hay personas que sacian el apetito con un puñado de frutos secos (orejones o pasas), pero, ¡ojo!, no con toda la bolsa. Un yogur bajo en calorías también nos puede ayudar a resistir la tentación.

Y no, querida amiga, las galletas saladas, los cacahuates o las papas fritas no están incluidos en estos consejos.

Un último consejo

La Dra. Vázquez acota: someterse a una dieta, como quien abre un paréntesis y después sigue con su vida sin ninguna lección aprendida, no sólo no adelgaza a medio plazo, sino que engorda. Es mejor no engañarse.

La única solución es cambiar de hábitos de vida. ¿Leíste, querida amiga?

Fuente: Actitud Fem

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