Miopía patológica deteriora la vista progresivamente

La miopía patológica, también conocida como miopía alta, magna o progresiva, es una de las formas más graves dentro del defecto visual conocido como miopía.

La médico oftalmólogo Adriana Ramírez Mejías especifica que es una enfermedad en la que los rayos de luz que inciden en el ojo, se enfocan por delante de la retina, provocando que la visión de dichos objetos sea borrosa.

Detalló la especialista en retina que en los ojos con miopía patológica existe un alargamiento excesivo del globo ocular que da lugar a un estiramiento anormal de todas las estructuras intraoculares.

Aparece en la infancia y tiende a estabilizarse al finalizar la adolescencia. Pero puede suceder que el aumento de longitud del globo ocular no se detenga y, por lo tanto, la miopía siga aumentando. Cuando esto sucede pueden aparecer complicaciones en el vítreo, retina o coroides todas ellas en el segmento posterior del ojo. Esta miopía que se complica con la edad también recibe el nombre de miopía degenerativa.

Aunque la causa del trastorno no ha sido conclusivamente establecida, se ha podido evidenciar que el factor hereditario interviene de manera sustancial en el desarrollo de la miopía. Se considera que la prevalencia es de aproximadamente el 2% de la población mundial y la responsable en países desarrollados del 5% al 10% de todas las causas de ceguera legal (criterio establecido por los gobiernos para determinar a los receptores de beneficios por este tipo de discapacidad).

Síntomas y tratamiento

La coordinadora de la consulta de retina en el Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño señaló que el síntoma clínico típico de la miopía es la mala visión de lejos y mejor visión de cerca. “Los pacientes suelen acercarse los objetos o entornan los párpados. La calidad visual puede empeorar al anochecer, con frecuencia manifiestan observar destellos luminosos (fotopsias) y moscas volantes (miodesopsias)”, agregó.

Sostuvo Ramírez que no existe un tratamiento específico para la miopía patológica. Indicó que debe brindarse la mejor corrección óptica, con la utilización de gafas o de lentes de contacto. “En algunos casos puede considerarse la corrección quirúrgica. En aquellos pacientes en los que se presenten complicaciones, éstas deben tratarse según corresponda a cada caso”, añadió.

No todas las lesiones de la retina que presentan los ojos miopes dan síntomas, por lo que es recomendable realizar controles periódicos. “En los pacientes con miopía patológica el diagnóstico precoz y la evaluación periódica constituyen la principal herramienta para establecer la presencia de complicaciones en el momento adecuado, permitiendo así su tratamiento oportuno y el mantenimiento de una calidad visual aceptable para su desarrollo biopsicosocial”, resaltó la oftalmólogo.

Problemas asociados

La neovascularización coroidea (NVC), es una de las complicaciones de la miopía patológica que amenaza la visión. Consiste en la acumulación anormal de vasos sanguíneos en la capa protectora de tejido ocular (llamada coroides). Es la principal causa de pérdida visual central entre el 5% y 10% de los pacientes con miopía patológica.

“Actualmente, en mi experiencia, la administración intravítrea de fármacos antiangiogénicos parece ser la mejor opción de tratamiento para esta complicación. Existen otras opciones aceptadas, como la fotocoagulación con láser, la terapia fotodinámica, e incluso procedimientos quirúrgicos como la translocación macular”, refirió Ramírez.

Explicó la especialista que el ranimizumab está indicado en aquellas patologías que incrementen la concentración intravítrea de factor de crecimiento endotelial (VEGF).

“Se ha visto disminución de la pérdida visual e incluso ganancia de visión, al utilizarlo como tratamiento de patologías neovasculares como la degeneración macular relacionada a la edad, la retinopatía diabética y las oclusiones vasculares retinianas.

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