¡Detente! Te estás lavando mal los dientes

Lo hacemos a diario, después de cada comida, y forma parte de nuestra rutina. ¿Pero lo estás haciendo bien?. Descubre si te estás cepillando mal los dientes y evita las caries.

El problema con que nos enseñen a lavarnos los dientes tan chicos es que luego ya nadie se da cuenta de los malos hábitos que desarrollamos al hacerlo. Hace un par de años pasé más tiempo del debido sin ir al dentista porque me cambié de ciudad y no conocía a alguien que me pudiera recomendar un especialista.

Aunque siempre he sido cuidadosa con mi rutina, ella me explicó que para tener las encías sanas y evitar la placa necesitaba hacer algunos cambios. Te los comparto por si a ti también te fallan…

Estás usando el cepillo equivocado

No sé por qué existen los cepillos duros si los dentistas recomiendan los suaves, pero como te estás lavando los dientes y no limpiando cacerolas deberíamos ser más gentiles y buscar cepillos que, cuando menos, sean medios (pero si encuentras suaves es mejor).

Te cepillas por muy poquito tiempo

De dos a tres minutos es el tiempo que te deberías tardar en lavarte los dientes, porque tienes que hacerlo de poquito en poquito y no cepillarte como si estuvieras lavando camisas manchadas en el lavadero. El Huffington Post recomienda poner una alarma para que suene al terminar los tres minutos, y deberías colocar el cepillo en la línea de la encía inclinado a 45 grados y cepillar los dientes de arriba hacia abajo y los de abajo hacia arriba. Cepillar de lado a lado puede dañar tus dientes (especialmente si tu cepillo es duro) así que tómate el tiempo de hacerlo correctamente.

Te cepillas fuera del baño

A muchas personas les parece asqueroso, pero me confieso culpable de este pecado porque cuando vas tarde a la oficina correr por toda la casa con el cepillo en la boca te parece aceptable. El problema es que si te observas en el espejo mientras te cepillas es menos probable que se te pasen algunos dientes así que date el tiempo, si ya vas tarde un minuto más no te hará diferencia.

Crees que con sólo cepillarte los dientes ya la hiciste

Limpiar tu boca va más allá del cepillado. Aunque sin duda es lo más importante, no debes evitar el hilo dental. Al menos una vez al día pasa el hilo dental por todos tus dientes porque es ahí donde se atoran las bacterias, se alimentan del azúcar, se reproducen y te provocan caries. Tienes que ser muy cuidadosa con el hilo dental porque puedes lastimar tu encía. Enreda el hilo en tus dos índices y usa los pulgares para cuidadosamente meter el hilo entre dos dientes. Después jala el hilo para que “abrace” uno de los dientes y súbelo para que alcance a entrar en el espacio entre la encía y el diente. No lo menees como si fuera boa de plumas, puedes provocar que se te inflame la encía.

¡Visita a tu dentista! Ellos te pueden orientar si estás haciendo algo mal o si te estás brincando un paso necesario en tu rutina. Por lo pronto checa tu reloj, cambia de cepillo y no te olvides de limpiar lengua y cachetes.

Fuente: Actitud Fem

Te podría interesar

Deja tu comentario