En el pasado, a las pacientes que recibían quimioterapia se les aconsejaba tomarse las cosas con calma, pero en realidad es mejor que sean lo más activos posible. Incluso el ejercicio de baja intensidad tiene un efecto positivo
Realizar ejercicio mientras se está sometida a un tratamiento de quimioterapia ayuda a las mujeres que padecen cáncer de mama a experimentar menos efectos físicos secundarios, de acuerdo con un nuevo estudio.
Los investigadores del Netherlands Cancer Institute (NKI) indican que otro beneficio es que a menudo es menos necesario ajustar la dosis de quimioterapia para estas pacientes.
En el pasado, a las pacientes que recibían quimioterapia se les aconsejaba tomarse las cosas con calma, pero en realidad es mejor que sean lo más activos posible. Incluso el ejercicio de baja intensidad tiene un efecto positivo”, afirma Neil Aaronson, autor del estudio y profesor del NKI.
Movimientos para mejorar
Para su estudio, Aaronson y su equipo, dividieron al azar a las participantes con cáncer de mama en tres grupos. El primero siguió un programa de ejercicio aeróbico y de fuerza moderadamente intensivo bajo la supervisión de un fisioterapeuta entrenado.
Por su parte el segundo grupo realizó en casa un programa de ejercicio aeróbico de baja intensidad con el cuidado un enfermero profesional. Y el tercero no realizó ninguna actividad física.
Los resultados del estudio revelan que todas las mujeres que siguieron un programa de ejercicios experimentaron menos fatiga, pérdida de condición física, náuseas y dolor durante su tratamiento de quimioterapia. Aunque el efecto fue más pronunciado entre las participantes del primer grupo.
Las mujeres que siguieron el programa moderadamente intensivo supervisado tolera mejor la quimioterapia, pero esto no significa necesariamente que el resultado de su tratamiento sea más positivo”, aclara Aaronson.
Apoyo después de una cirugía de seno
Por su parte la American Cancer Society indica que es importante que las mujeres que padecen de cáncer de mama y se han sometido a alguna cirugía para apoyar su tratamiento realicen ejercicio, debido a que con ello logran tener nuevamente movimiento adecuado en brazos y hombros.
Si hay radioterapia después de la cirugía, los ejercicios son aún más importantes para preservar la flexibilidad de brazos y hombros. Incluso si no se sometió la paciente a cirugía, la radioterapia puede afectar el movimiento mucho tiempo después de que finalice el tratamiento”, puntualiza.
Existen ejercicios que no deben realizarse hasta que se hayan extraído las puntadas o tubos de drenaje, y otros que poco después de la cirugía ya pueden implementarse bajo la recomendación de un especialista.
Fuente: Salud 180