3 modos sencillos de relajar los pies al llegar a casa

Debes saber que la anatomía del pie es realmente compleja.

Tiene numerosas articulaciones, infinidad de pequeños huesos, tendones, ligamentos, nervios y vasos sanguíneos que, al mínimo sobreesfuerzo, se resienten.

¿Cómo podemos entonces encontrar cierto alivio y descanso ante estas situaciones? No te preocupes, te lo explicamos en el siguiente artículo.

¿Cuántas veces has llegado a casa con los pies cansados e inflamados? Después de un día largo donde hemos pasado la mayor parte del tiempo de pie y con unos zapatos ajustados, es normal que nos sintamos doloridas y con ganas de relajarnos, de aliviar como sea estas molestias.

1. Agua tibia con aceite de menta y romero

Un remedio sencillo y efectivo. Tanto el aceite de menta como el aceite esencial de romero son, sin duda, los mejores tratamientos naturales que puedes utilizar para aliviar rápidamente el dolor de los pies.

El aceite de menta es maravilloso para relajar los músculos y, a su vez, actúa como un adecuado calmante del dolor en cualquier articulación de los pies.

El aceite de romero, por su parte, se utiliza habitualmente para reducir las inflamaciones y tratar cualquier pequeña infección que tengas en la piel. Es realmente medicinal y es fácil de encontrar en cualquier tienda natural o perfumería especializada. Te explicamos ahora cómo debes preparar este sencillo remedio para beneficiarte de él:

¿Qué necesito?

Un barreño lleno de agua tibia (no debe estar muy caliente ni muy fría). 5 g de sulfato de magnesio. 3 gotas de aceite esencial de menta. 3 gotas de aceite esencial de romero.

¿Cómo lo preparo?

Es muy sencillo. Una vez tengas listo el barreño con el agua tibia y hayas añadido el sulfato de magnesio y los aceites esenciales, introduce los pies. Relájate y permite que tus pies estén entre 15 y 20 minutos en esta agua tibia, más o menos hasta que notes que se haya enfriado.

Pasado este tiempo, sécate los pies cuidadosamente con una toalla y ponte un calzado cómodo que no te oprima.

2. Tratamiento con agua fría y aceite del árbol del té

Este remedio es terapéutico y muy efectivo en caso de que llegues a casa con los pies inflamados y con las típicas rozaduras que, en ocasiones, nos producen algunos zapatos. Gracias al aceite del árbol del té desinfectaremos las posibles heridas o yagas de modo que, al día siguiente, apenas notarás su molestia.

Toma nota de lo que debes hacer.

¿Qué necesito?

Un barreño con agua fría. Puedes introducir varios cubitos de hielo para que el agua esté a una temperatura lo bastante fresca como para relajarnos. 5 gotas de aceite esencial del árbol del té.

¿Cómo lo preparo?

En este caso, el procedimiento es diferente al que te hemos expuesto anteriormente. No se trata de introducir los pies en el agua para relajarnos. Lo vamos a hacer en intervalos de 10 segundos, para después, retirarlos y esperarnos un minuto antes de repetir el proceso. Hazlo 10 veces, para después, secarte tranquilamente los pies y dejarlos en alto unos 10 minutos. De este modo, reactivamos la circulación, reducimos la inflamación y, a su vez, tratamos cualquier pequeña herida o rozadura. Verás qué descanso te ofrece.

3. La mejor crema casera para los pies

Una vez te hayas dado una ducha y tengas lo pies limpios, una estrategia sencilla para aliviar el dolor o la molesta inflamación en los talones o en los dedos es probar esta crema casera que puedes preparar tú misma en poco más de 5 minutos.

¿Sorprendida? Así es. T explicamos a continuación de qué se trata.

¿Qué necesito? 10 g de miel. El jugo de un limón. 2 g de aceite de oliva.

¿Cómo lo preparo?

Busca un bol o un recipiente adecuado donde podamos mezclar todos los ingredientes. Una vez lo tengas listo, empieza obteniendo el jugo de un limón. A continuación, échalo en el recipiente y ve mezclándolo con la miel. Seguidamente, añade el aceite de oliva.

Lo que vamos a hacer con esta crema es un suave masaje. Verás qué bien se aplica gracias a la textura de la miel, la cual, como ya sabes, actúa muy bien para desinfectar y desinflamar. Combinada con el jugo de limón y el aceite de oliva, te ayudará a obtener un rápido descanso muy adecuado en esos días en que, por ejemplo, hemos andado mucho.

Procura darte un masaje ascendente, es decir, que vaya desde los dedos del pie hasta el tobillo, sin olvidar nunca la zona de la planta del pie, muy delicada y, a su vez, fundamental en estos casos. Ejerce una adecuada presión en el interior de la planta del pie, procurando que esta crema casera se vaya absorbiendo.

Una vez terminado el masaje, permite que la crema actúe durante 10 minutos más, para después, enjuagar con agua tibia. Ponte ahora un calzado cómodo (nunca te pongas calcetines) e intenta relajarte.

Como ves, es una crema sencilla de preparar que ofrece siempre un buen resultado. Anímate a probar cualquiera de estos 3 tratamientos y verás qué descanso notas en los pies.

Fuente: Mejor con salud

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