Un extracto de marihuana medicinal se muestra bastante prometedor como tratamiento para jóvenes epilépticos ya que podría reducir las convulsiones en niños con epilepsia severa que no suelen responder a otros tratamientos, según un estudio desarrollado por el Langone Comprenhensive Epilepsy Center de la Universidad de Nueva York (EE.UU.) y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El estudio se basa en el empleo del extracto cannabidiol, el principal componente de esta planta y que, a diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), no es psicoactivo, por lo que no ejerce un efecto directo sobre el sistema nervioso central ni modifica sus funciones ni percepciones.
En el experimento participaron 213 pacientes, entre adultos jóvenes y niños con una edad promedio de 11 años y diagnosticados de epilepsia severa (que conlleva convulsiones con las que convivir toda la vida), a los que se les administró por vía oral cannabidiol. Durante las 12 semanas que duró el estudio, los investigadores descubrieron que las convulsiones se habían reducido en los niños una media del 54%.
Al inicio y al final de este tratamiento experimental aprobado por la FDA (US Food and Drug Administration), el 6% de los participantes tuvo que abandonar la prueba debido a los efectos secundarios de esta forma medicinal de marihuana: diarrea, somnolencia, cansancio o disminución del apetito.
De cualquier forma los resultados son esperanzadores, según los científicos, ya que la aplicación médica de este componente no psicoactivo de la marihuana podría ayudar, aparte de para la epilepsia, para la esclerosis múltiple, los desórdenes de ansiedad o la esquizofrenia.
“Hasta ahora existen pocos estudios formales sobre este componente de la marihuana. Estos resultados son de gran interés, especialmente para los niños y los padres que buscan una respuesta para disminuir las convulsiones”, aclara Orrin Devinsky, líder del estudio.