MEXICO, D.F.- El doctor mexicano Alejandro Hernández Cárdenas es un científico que ha revolucionado la ciencia forense, disciplina indispensable en este mundo agitado.
El odontólogo de Ciudad de Juárez ha explicado en una entrevista a RT cómo y por qué se creó la metodología de rehidratación de cadáveres y qué perspectivas tiene esa práctica en el futuro.
El odontólogo forense Hernández Cárdenas, de 55 años, trabaja en el laboratorio de Ciencia Forense de Ciudad Juárez. Desarrolló la revolucionaria técnica de rehidratación de cadáveres a través de la cual es posible recuperar características de su condición original.
Los cadáveres se sumergen en un ‘jacuzzi’, una especie bañera con químicos, utilizada para la rehidratación. Como consecuencia de este proceso, se hace posible revelar lesiones y ‘volver’ los órganos internos casi al mismo estado que al momento de la muerte. El resultado obtenido tras este procedimiento es utilizado por la investigación policial y suele ser útil en el descubrimiento de casos criminales.
RT: ¿Cuánto tiempo tardó en perfeccionar la fórmula utilizada en la rehidratación de cadáveres?
H.C.: Fueron casi dos años de estar experimentando hasta lograr encontrar la fórmula ideal, una vez que se encontró ésta, y como era algo lenta, podía llevar de tres semanas a un mes en recuperar bien los tejidos, y ante la urgencia en ciertos casos, se logró mejorar la formula y la técnica, de manera que se fue logrando acortar el tiempo para lograr buenos resultados.
RT: ¿Cuál es el tiempo máximo de descomposición o momificación que puede tener un cuerpo para que se le pueda aplicar su técnica del ‘jacuzzi’?
H.C.: El tiempo de descomposición es difícil determinar, ya que esta evoluciona diferente dependiendo del lugar, el clima, las causas de la muerte, las condiciones de salud en vida, y otros factores. Pero se pueden procesar cadáveres en avanzado estado de putrefacción mientras no se encuentren en la etapa de licuefacción o ya esqueletizados. Aunque se han encontrado restos óseos que por cuestiones inexplicables aún conservan algún tejido deshidratado, por ejemplo las manos, partes del rosto y algunos otros tejidos, de los cuales es posible rescatar alguna información.
Y en cuanto a cadáveres momificados, aun no lo puedo determinar, ya que al trabajar hasta ahora sólo con casos de interés forense, el más antiguo que he procesado tenía 10 años en esas condiciones. Por lo mismo, no sé cómo reaccionaría un cadáver que lleve mucho más tiempo momificado, pero desde mi punto de vista, sí es viable recuperar bastante sus tejidos.
RT: ¿Cuál ha sido el momento más gratificante como profesional desde que empezó a implementar este método de deshidratación?
H.C.: Es muy satisfactorio siempre que veo que gracias a este método se puede identificar a una persona y entregar su cuerpo a su familia, evitando que sea sepultado como un desconocido, y que esa familia continúe en la incertidumbre. O cuando por medio de estos procedimientos se puede apoyar al médico forense a determinar la causa de la muerte, la cual por las condiciones en las que fue encontrado el cuerpo no se había podido determinar de manera cierta.
RT: Tomando como base la rápida evolución que ha tenido esta técnica, ¿Cuál cree usted que será el futuro de la rehidratación de cadáveres a mediano plazo?
H.C.: Espero que sea aceptada universalmente y utilizada donde quiera que se presenten casos en los que se pueda aplicar y ofrecer resultados como los que se están dando desde hace ya algunos años en Chihuahua. Espero que se aplique en cualquier parte del mundo en beneficio de las víctimas, sus familias y el interés de la justicia.
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