Una institución gubernamental de EE.UU. ha dado por buenos varios estudios recientes sobre los efectos médicos de los componentes de marihuana, uno de los cuales establece que los cannabinoides ayudan a combatir uno de los tipos más serios de cáncer de cerebro.
El Instituto Nacional Sobre abuso de Drogas (National Institute on Drug Abuse, NIDA), una institución gubernamental dependiente del Departamento de Salud y Servicios Sociales de EE.UU., ha revisado este mes su informe sobre marihuana.
El informe revisado concluye que algunos componentes químicos de la marihuana, el cannabinoide Tetrahydrocannabinol (THC) y el Cannabidiol (CBD), fueron aprobados como medicina en forma de pastillas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), institución conocida por su enfoque conservador. Posteriores estudios sobre los efectos médicos de marihuana “pueden llevar a creación de más medicinas”, reza el informe.
También el NIDA acaba de reconocer el estudio, según el cual los cannabinoides frenan el crecimiento de las células de uno de los tipos más serios de cáncer de cerebro.
Experimentos en ratones revelaron que los extractos de THC and CBD intensifican el efecto positivo del tratamiento por radiación. Además, el NIDA ha reconocido estudios médicos recientes, según los cuales extractos de marihuana pueden ayudar a matar algunas células cancerosas y a reducir el tamaño de otras; indicando que ensayos clínicos sobre los efectos positivos de componentes de marihuana sobre otras enfermedades también tienen perspectivas.
No obstante, los aficionados a la marihuana no deberían ilusionarse, ya que la FDA, el NIDA, así como el Gobierno estadounidense siguen considerando que la propia planta no es un medicamento. Y aunque sigue aumentando la cantidad de estados estadounidenses que la legalizan, no se espera que ocurra próximamente a nivel nacional.