De acuerdo con Charles Platkin, miembro de American Society for Nutritional Sciences y de Academy of Nutrition and Dietetics, estás son 10 claves para convertirte en tu propio entrenador.
Uno de los obstáculos acerca de cómo hacer ejercicio uno mismo es el tiempo y los recursos económicos. Para que estas circunstancias no te impidan trabajar tu cuerpo, podrías convertirte en tu propio entrenador.
1. Mantén una meta
Recuerda que todo plan tiene un objetivo, por ello, para convertirte en tu entrenador debes fijarte una meta que cumplas de manera realista, establece lo que quieres lograr y una fecha para su cumplimiento.
Sigue el Método SMART que propone que tus que tus metas sean específicas, medibles, alcanzables, realista y establecer un tiempo razonable para lograrlas.
2. Crea un plan de entrenamiento
Después de definir tu objetivo, elabora un programa de entrenamiento en el que incluyas horarios y rutina según tus propias necesidades. Recuerda incluir ejercicios para trabajar todas las zonas de tu cuerpo.
Una opción es trabajar un grupo muscular por día: pierna, brazos, abdomen, cintura, etc.
3. Consulta a un especialista
Antes de iniciar con tu entrenamiento personal es importante que verifiques tu salud en general. Un nutriólogo te puede decir cuál es tu composición corporal: prueba básica de grasa corporal, peso y circunferencia de cintura, cuello, brazos, piernas, pecho, etc. Esto te ayuda a saber con más certeza por dónde puedes comenzar
4. Lleva un control de tus avances
Si seguiste el paso anterior, entonces sabes tú peso e Índice de Masa Corporal. Parte de este registro y cada dos a cuatro semanas anota tus avances. Esto va a ser una motivación, si subes de peso no te preocupes porque quizá estás eliminando grasa y ganando músculo.
Recuerda que para óptimos resultados, lo saludable perder un kilo de peso por semana. Cuando la pérdida es gradual hay más éxito para adelgazar y mantenerte en control, afirman los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
5. Decide en dónde prefieres entrenar
Cuando inicies tu programa de entrenamiento, hazte preguntas clave acerca del lugar y horarios en los que prefieres hacer ejercicio.
¿Qué me gusta: al aire libre o en un lugar cerrado? ¿A qué hora es más agradable? ¿Cuántas veces por semana entrenaré? ¿Cuánto tiempo voy a invertir? Esta evaluación te dará pistas para organizar tu programa de ejercicios.
6. Aprende a hacer tu rutina correctamente
Planea tus ejercicios para hacerlos correctamente. En Internet hay videos instructivos y útiles sobre cómo hacerlos adecuadamente. En Salud180.com puedes encontrar rutinas establecidas por especialistas. Otros sitio es el Consejo Americano de Ejercicio.
7. Mantén cierta presión
Una manera de ejercer la autopresión es hacer un trato con un amigo. Por cada sesión programada que te saltes paga una considerable cuota. También puedes inscribirte a sitios como makemoneylosingweight.com, ahí puedes desafiarte con los otros y así no abandonar tu entrenamiento personal.
8. Cambia tu rutina
Cambia tu rutina de ejercicios cada dos semanas. Esto ayuda a que tu cuerpo no se adapta a los movimientos de entrenamiento repetitivo. Pruebe rutinas y modifica la intensidad de tus entrenamientos.
9. No dejes a un lado tu alimentación
La combinación del ejercicio y una alimentación inteligente ayuda a avanzar más rápido en tus metas. Después de entrenar necesitas hidratarte, consumir proteínas, carbohidratos, frutas y verduras para recuperarte, obtener energías, construir y reparar tus músculos.
10. Sé constante
La constancia es importante cuando eres tu propio entrenador. Es preferible que te ejercites tres a cuatro veces a la semana que los siete días, ya que te puedes aburrir y dejarlo.
Se necesitan 66 días para generar un hábito, según información publicada en European Journal of Social Psychology.
Por ello no te desesperes. La constancia te va a dar los cambios que buscas en tu cuerpo y bienestar.
Para cumplir cualquier objetivo en la vida es necesario el compromiso, disciplina, constancia y dedicación. Así que no hay razón por la que no puedes convertirte en tu propio entrenador.
Fuente: Salud 180