Aunque es un tratamiento que se viene realizando en consultorios dentales desde hace mucho tiempo, últimamente se le ha dado más importancia a tener una blanca sonrisa. Por eso cada vez son más los productos que nos anuncian como la solución para tener una dentadura hermosa y brillante.
Sin embargo, no podemos dejarnos llevar por lo que nos dicen los fabricantes de estos productos ya que blanquear nuestros dientes se puede traducir en algunos efectos secundarios que no deseamos. Para evitar estos, primero debemos visitar a un odontólogo certificado que nos explique qué tratamiento nos conviene más.
Cada persona debe ser evaluada considerando diversos criterios médicos, tales como:
A las personas con dentaduras sensibles a alimentos y bebidas frías o calientes se les debe realizar un tratamiento insensibilizante antes o durante el proceso de blanqueado. Si tienes caries, éstas deben ser tratadas antes de someterte al blanqueamiento. Si estás embarazada o estás lactando, no debes someterte al tratamiento. Si eres menor de 18 años, tampoco. Por otro lado, es importante que conozcas la realidad de lo que es blanquear los dientes y qué datos son simplemente mitos.
Por ejemplo, es bueno que sepas que:
El tratamiento para blanquear los dientes tiene como objetivo llevar el diente a su color natural. Esto significa que la tonalidad final dependerá del color base del diente. El blanqueamiento puede deteriorar los dientes y dañar el esmalte si no se realiza adecuadamente y por un profesional. El consumo excesivo de tabaco, café y vino tinto contribuye a manchar los dientes. Si no se hace debidamente, las encías pueden irritarse aunque no es una irritación permanente. El tratamiento no debe ser doloroso, aunque dependerá del grado de sensibilidad dental del paciente. Los productos que compramos para realizarlo en casa funcionan porque contienen sustancias blanqueadoras, aunque en un porcentaje muy bajo, por lo que podemos notar un cambio después de la primera semana de uso. Sin embargo, cuando se realiza en una clínica los resultados se empiezan a notar después de la primera sesión y pueden durar de 5 a 7 años. Lo anterior dependerá de la persona y del sistema que se utilice, además de sus hábitos de higiene bucal, el tabaco y el consumo de diferentes bebidas y comidas. Ahora bien, ¿qué debemos hacer para prolongar los resultados? El portal clinicadentalsanzpastor.com nos recomienda:
Realizar los cepillados: Después de cada comida, con una pasta dental fluorada para evitar que los alimentos impregnen sus pigmentos en los dientes y combatir la aparición de caries dental. Enjuague bucal: Después del cepillado se recomienda el uso de un enjuague bucal para ayudar a combatir los efectos de la placa bacteriana. Evitar ciertos alimentos: Evitar los excesos en el consumo de alimentos como el café, moras, etc., que por su alta cantidad de pigmentos contribuyen a que se pierda la blancura de los dientes.
Por otro lado, en cuanto a la frecuencia con que debemos someternos a este tipo de tratamiento, según mujer.linio.com.co: “Es muy importante seguir las recomendaciones del médico y en el caso de los tratamientos caseros debemos seguir las recomendaciones del fabricante del producto, y en la mayoría de los casos solo recomiendan un blanqueamiento en la vida”.
Sin embargo, te sugiero consultes con tu odontólogo que sabrá qué recomendarte según tu caso en particular.
Fuente: SiempreMujer