Muchas personas que deciden salir a correr por primera vez cometen una serie de errores que terminan haciéndolos desistir. Es por eso que es importante conocer la manera correcta de iniciarse en esta disciplina.
Corre ligero pero abrigado
Abrigarse para correr no significa usar cinco mil capas. Haz una selección inteligente y prevee situaciones que te hagan sentir incómodo durante el trayecto. En invierno se recomienda llevar muy bien protegida la cabeza para que el viento no afecte los oídos y además ayuda a mantener el pelo alejado de los ojos.
Estira bien para prevenir dolores musculares y/o lesiones
Estirar antes del entrenamiento no solo mejora la movilidad de las articulaciones o calienta los músculos, también reduce la posibilidad de lesiones, aumenta la frecuencia cardíaca y la producción de adrenalina. Es importante estirar las partes anteriores de los muslos, los músculos de las ingles y los tobillos. Nunca estires en frío y tampoco lo hagas hasta sentir dolor.
Si te cansas, no pares. Respira y reduce la intensidad
Si durante el trayecto te cansas y sientes que te pesan las piernas, trata de no parar en seco. Es mejor trotar hasta completar tu marca que abandonar por completo. La sensación de fatiga se produce por la falta de oxígeno en tu cerebro. Si realizas respiraciones profundas y reduces el ritmo, notarás que tu cuerpo se va recomponiendo.
Corre el mismo kilometraje durante cuatro semanas
No debes caer en el error de salir a correr como nunca lo habías hecho antes, ya que tiene consecuencias: dolores musculares o posibles lesiones. Precisamente por eso mucha gente asocia salir a correr con tortura y termina abandonándolo. Si quieres progresar tienes que acostumbrar a tu cuerpo a esta nueva dinámica. Para ello, debes ser constante y correr el mismo número de kilómetros durante las primeras cuatro semanas. Esta es la parte más dura de la iniciación ya que requiere paciencia y control. Al principio te costará llegar al tercer kilómetro pero pronto llegarás de forma paulatina con menos esfuerzo. Después de las cuatro semanas podrás aumentar un 20% tu recorrido.
Estira e hidrátate
Una vez acabado el trayecto, es importante que vuelvas a repetir los estiramientos que hemos mencionado anteriormente. De esta manera, previenes tirones y lesioneas, y te relajas. Luego no olvides comer una fruta y tomar bastante agua. Te recompondrá enseguida. Respira y disfruta del reto que has conseguido.