Es mejor correr menos y más despacio

Una investigación danesa asegura que las personas que corren más de cuatro horas a la semana y rápido son más propensas a morir en el largo plazo.

Son extensamente conocidos los múltiplos beneficios que tiene practicar running. Desde mejorar la resistencia cardiovascular, pasando por la eliminación natural de toxinas del cuerpo, hasta reforzar el estado de ánimo, son algunos de los aspectos positivos que significa realizar ejercicios.

Sin embargo, también es sabido, aunque quizás no tan empíricamente demostrado, que los excesos tienen el efecto contrario. Todos esos grandes beneficios para nuestro cuerpo y salud que genera el running, desaparecen inmediatamente cuando nos obsesionamos con la necesidad de "vernos mejor".

Para reforzar esta "máxima", un estudio de un hospital dinamarqués, que la semana pasada publicó el prestigioso "Journal of the American College of Cardiology", detectó que las personas que corren de manera más extenuante tienen más propensión a morir que los individuos que lo hacen de forma más suave.

Los investigadores observaron durante 12 años a 5.048 participantes sanos en el Copenhagen City Heart Study, y les preguntaron acerca de su actividad. Así identificaron a 1.098 corredores sanos y 413 sanos pero sedentarios no corredores.

El estudio, que rastreó las horas de trote, la frecuencia y la percepción individual del ritmo, encontró que los corredores enérgicos eran más propensos a morir que los sedentarios no corredores, mientras que quienes corrían de manera liviana tenían tasas más bajas de muerte.

Hacer running entre 1, 2 y 4 horas a la semana se asoció con la mortalidad más baja. Las tasas de mortalidad general significativamente más bajas se encontraron en los que tenían un ritmo de trote lento o moderado, mientras que los corredores rápidos presentaban casi el mismo riesgo de mortalidad que los no corredores sedentarios.

Los científicos registraron 28 muertes entre los corredores y 128 entre los no corredores sedentarios. En general, los corredores eran más jóvenes, con un índice de presión arterial y masa corporal más bajo y una menor prevalencia de tabaquismo y diabetes.

"Es importante destacar que el ritmo de los corredores lentos corresponde a ejercicio vigoroso y trotar de manera extenuante es ejercicio muy vigoroso", señala Peter Schnohr, investigador del Copenhagen City Heart Study del Hospital Frederiksberg en Copenhague, Dinamarca.

"Cuando se realiza desde hace décadas, este nivel de actividad podría plantear riesgos para la salud, especialmente para el sistema cardiovascular", agregó.

Estos hallazgos muestran resultados similares a estudios anteriores donde los investigadores habían hallado que un incremento del ejercicio moderado puede causar más daño que bien.

Así, Schnohr aconseja correr un par de veces a la semana a un ritmo moderado para disminuir el riesgo de muerte y elevar la esperanza de vida. "Cualquier otra cosa no es sólo innecesaria sino que puede ser perjudicial", cerró el profesional.

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