Pedro J. Torres: En muchos casos hay atención poco adecuada de la obesidad

Medios de comunicación en todo el mundo, muchos europeos, entre ellos el diario español ABC, se han hecho eco de que “los cambios normativos y ambientales son muy importantes en la prevención del aumento de peso poco saludable, pero no pueden ayudar a las personas con obesidad severa a lograr una pérdida de peso sustancial”.

Esta afirmación es parte de un informe publicado en la publicación médico-científica “The Lancet”. Sus autores proponen desplegar nuevos tratamientos innovadores, estrategias de atención de la salud e iniciativas destinadas a mejorar el cuidado de las personas que sufren de obesidad, explicó Pedro J. Torres, presidente de la Fundación Torres-Picón.

“Se estima que 600 millones de personas en todo el mundo sufren de obesidad, lo que representa una enorme carga tanto para los individuos como para la sociedad en general”, señala William H. Dietz, de la Universidad George Washington (EE.UU.).

“Nuestros hallazgos sugieren que debemos tomar medidas ahora para transformar la forma en la que se trata la obesidad, poniendo más énfasis en las colaboraciones, una mejor formación de los profesionales de salud y las iniciativas encaminadas a borrar el estigma que rodea a este trastorno de salud grave”, precisó este experto, cuyo artículo forma parte de una serie sobre obesidad publicada en la revista y presentada en la Conferencia de Investigación de Alimentación Saludable, celebrada en Baltimore.

Torres, quien al frente de la Fundación Torres-Picón promueve la prevención de la obesidad infantil como “la mejor medicina” reconoce la importancia de este material y lo comparte.

Dietz y sus colegas llevaron a cabo una revisión de la literatura publicada entre 2000 y 2013 sobre el tratamiento de la obesidad y llegaron a la conclusión de que los sistemas de atención sanitaria actuales son poco adecuados para la prevención y su control.

Estos expertos encontraron que los profesionales de la salud no tienen la formación y las herramientas que necesitan para tratar el problema. El informe dice que muchos profesionales de la salud expresan opiniones sesgadas hacia las personas con obesidad y que esas actitudes pueden afectar la calidad de la asistencia sanitaria.

“Muchos profesionales de la salud ven a las personas con obesidad como perezosos o carentes de fuerza de voluntad -relata Dietz en el trabajo-. La falta de respeto mostrada por algunos profesionales puede desalentar futuras visitas o retrasar la atención esencial que podría llevar a la pérdida de peso o a la detección de enfermedades asociadas con la obesidad”.

La investigación sugiere que la formación de los profesionales de la salud debe hacer hincapié en los factores biológicos complejos que contribuyen al desarrollo de la obesidad, que no tienen nada que ver con la fuerza de voluntad.

Los autores instan también a los profesionales de la salud a examinar sus propias actitudes hacia la obesidad y centrarse en las nuevas herramientas basadas en pruebas que pueden ayudar a cuidar a las personas que la padecen o sufren.

Los proveedores de cuidados sanitarios también deben mantenerse informados sobre los últimos avances terapéuticos, incluyendo los de comportamiento para cambiar la dieta y el ejercicio; los nuevos medicamentos o dispositivos que pueden amortiguar el apetito; y la cirugía bariátrica, que reduce el tamaño del estómago para facilitar la pérdida de peso.

Los profesionales de la salud deben insistir en los beneficios de la pérdida de peso moderada y trabajar con sus pacientes para decidir el tratamiento más adecuado. “Incluso una pérdida de peso de entre 5 y 10 por ciento puede conducir a una reducción en el riesgo de accidente cerebrovascular, la enfermedad cardíaca y la diabetes -subraya Dietz-.

Los esfuerzos futuros para mejorar la atención de la obesidad deberían integrar iniciativas clínicas y comunitarias, sugieren Dietz y sus colegas, y afirma que la enfermedad no se resuelve sólo con esfuerzos clínicos, por lo que cree que se necesitan mejoras complementarias en cuanto a la nutrición y la actividad física.

Según el vocero y presidente de la Fundación Torres-Picón, Pedro J. Torres, enfocada en el tema “será necesario lograr cambios personales de estilo de vida, aunque no sean tan ambiciosos, pues pueden convertirse en soluciones de mayor magnitud”.

Y añadió, “asumimos como un deber compartir, colaborar a difundir, toda información que ayude en el manejo y reducción de este grave problema, especialmente la de origen médico-científico”.

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