Adelgaza mientras duerme

¿Incapaz de levantarte a primera hora de la mañana para ir al gimnasio? Quizás quedarte durmiendo pueda ser la mejor opción para perder esos kilitos de más.

La importancia de dormir las suficientes horas diarias y que este descanso sea placentero y reparador, es fundamental para que nuestra mente fresca y preparada para afrontar el nuevo día y nos mantengamos físicamente sanos y en forma.

Los beneficios de dormir son numerosos y diferentes estudios científicos los corroboran, pero, ¿te habías planteado que dormir puede además ayudarte a adelgazar?

Según un reciente estudio elaborado en la Universidad Brigham Young (BYU) y publicado en la revista American Journal of Health Promotion, parece haber encontrado la conexión entre sueño y peso sorprendente: dormir puede reducir la grasa corporal.

¿Qué ocurre mientras dormimos?

Tras analizar cómo influían los patrones de sueño en el estado físico de 300 jóvenes universitarias durante una semana, los investigadores descubrieron que las participantes que durmieron menos de 6,5 o más de 8,5 horas de sueño por noche tenían más grasa corporal.

“Cuando no dormimos lo suficiente, dos hormonas en nuestro cuerpo se ven afectadas en gran medida: la grelina y la leptina” explica la psicóloga Shelby Harris en Psychology Today.

La grelina es la encargada de determinar el apetito y su acción durante la noche se traduce en que tengamos sensación de hambre y ganas de comer. En el otro extremo está la leptina, la hormona que indica la saciedad y nos dice que debemos dejar de comer.

Ésta controla el metabolismo de la grasa monitorizando cuánta energía entra en el organismo regulando el hambre.

Cuando no dormimos lo suficiente, incluso cuando tan sólo reducimos las horas de sueño unas pocas noches, nuestro organismo tiene más grelina que leptina por lo que recibimos la señal de que necesitamos más energía y la sensación de hambre se fortalece.

La influencia de las variaciones del sueño

No es la primera vez que se analiza la relación entre cantidad de horas de descanso y los efectos hormonales de sus variaciones, pero lo novedoso de este estudio es que, durante este análisis, descubrieron que tener una hora concreta para acostarse y, todavía más importante, la cantidad de estados de vigilia que tuviesen durante las horas de sueño, estaban directamente relacionados con tener más o menos grasa corporal.

Las participantes que registraron más de 90 minutos de variación en su sueño, ya fuese porque se desvelasen durante la noche o porque se acostasen o despertasen más tarde o temprano de lo habitual, eran más propensos a mostrar una mayor composición de grasa corporal que los que tenían menos de 60 minutos de variaciones o modificaciones en los tiempos de descanso.

Las noches en vela adelgazan.

Todos nacemos con una especie de relojes internos conocidos como los ritmos circadianos. Estos ritmos son los cambios fisiológicos, mentales y de comportamiento que siguen un ciclo de aproximadamente 24 horas y que vienen dictados principalmente por los cambios en la luz del medio que nos rodea. Mantienen nuestro reloj biológico a punto para que nuestro cuerpo esté en plena forma durante el día.

“Los ritmos circadianos no sólo afectan a nuestros horarios de sueño sino que también dictaminan muchas otras funciones complejas de organismo como las hormonas que liberan diversos órganos de nuestro cuerpo”, comenta Harris.

Fuente: El Confidencial

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