Muchos de los dulces sin azúcar contienen Lycasin, un jarabe de maltitol que es casi tan dulce como el azúcar pero con sólo la mitad de las calorías.
Si se toma en grandes cantidades, Lycasin es un poderoso laxante.
Desafortunadamente, nuestro sistema no lo puede digerir completamente, así que se fermenta en el colon y causa distensión abdominal, flatulencia, diarrea y otras incomodidades.
Un estudio publicado por el European Journal of Clinical Nutrition en 2002 concluyó que la ingesta de 40 gramos de confites endulzados con Lycasin era suficiente para causar estos síntomas en adultos.
Si se consumen con moderación, los dulces que contienen Lycasin no causan problemas; pero a veces, la moderación no prima.
Estas gomas con forma de osos, confeccionados por uno de los más grandes fabricantes de este tipo de dulces del mundo, la alemana Haribo, se venden en bolsas de 3 kilogramos. Eso es el equivalente a 57 veces la cantidad necesaria para causar hinchazón, gases y demás.
La página de Amazon que las vende claramente advierte: “puede causar incomodidad estomacal y/o tener un efecto laxativo. No obstante, hay más de 250 comentarios de quienes no le prestaron atención a la llamada a la precaución.
He aquí algunos de los menos fuertes:
“La ‘incomodidad estomacal’ resultó ser una subestimación masiva”
“Armagedón gastrointestinal”
“Flatulencia calamitosa”
“Trompetas llamando a los demonios a que volvieran al infierno”. Con el coco también es mejor tener cuidado: es delicioso, sobre todo cuando se come al lado del mar, pero tiene efecto laxativo
La palabra ruibarbo podría ser una contracción de rheum-barbarum, del griegorheuma, ‘eso que fluye’. Esa palabra era usada para los ríos, la lava o las descargas corporales.
En épocas antiguas el ruibarbo se usaba como laxante.
Este hecho estuvo a punto de causar una crisis diplomática durante las Guerras del Opio (1839-1842).
Hasta que en la década de 1870 se empezó a producir en el Triángulo del Ruibarbo -una zona de 23 kilómetros cuadrados en Inglaterra- la mayoría venía de China.
En 1839, el comisario imperial chino Lin Zexu le escribió una carta a la reina Victoria advirtiéndole que, a menos de que los británicos dejaran de suministrarle opio a China, suspendería los envíos de ruibarbo a Reino Unido, lo que mataría a todo el mundo de estreñimiento masivo.
Al parecer, nunca le tradujeron la carta a la reina así que nunca fue consciente de tal peligro.
Lo que sí ocurrió fue que los británicos enviaron a un ejército desde India para forzar a los chinos a aceptar las importaciones de opio británicas.
Un problema que puede traer el uso excesivo de laxantes es provocar… estreñimiento.
En 1884 y durante un año, la Estatua de la Libertad estuvo en un patio de Frédéric Auguste Bartholdi, el escultor francés que la diseñó.
La había terminado de construir pero en Estados Unidos aún no estaba listo el pedestal. Se necesitaban US$100.000 para completarlo.
El diario Le Monde lanzó una campaña para recaudar los fondos.
Castoria, una firma que produce laxativos, ofreció US$25.000 a cambio de que el nombre de su laxante estuviera desplegado en la parte superior de la estatua durante un año.
La oferta fue cortésmente rechazada. Hasta los años 20, los pacientes con enfermedades mentales eran sedados suministrándoles aceite de croton, el laxante más poderoso que se conoce en el mundo
QI es un programa de la BBC cuyo lema es que “todo es interesante”. Y sorprendente, pues a menudo descubrimos que lo que “todo el mundo sabe” es errado y que lo que no sabemos es fascinante.
Volveremos con QI el próximo fin de semana. Entre tanto, puedes visitar qi.com. La editorial Faber publica aplicaciones y libros de QI en inglés y la editorial Paidós, libros en español (“El pequeño gran libro de la ignorancia”).