Los celíacos necesitan cuidar mucho su alimentación, más si se está de viaje y hay dudas si algún alimentos puede tener gluten
El porcentaje de personas intolerantes de manera permanente al trigo, cebada, centeno va en aumento a pasos agigantados, pero esto ha ayudado a hacer más sencillas rutinas simples que antes podían arruinar cualquier escapada fuera del entorno habitual.
Aunque los paquetes de viajes para celíacos proliferan y ya se pueden ver cruceros cuyo menú está totalmente adaptado a este padecimiento, es importante que no te olvides de una serie de detalles que te evitarán pasar un susto en un lugar lejano.
Según el portal Celíacos.org, "la enfermedad celíaca es una intolerancia permanente al gluten de trigo, cebada, centeno y probablemente avena que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de marco y micronurientes", por ello, es indispensable no descuidar la dieta, más si se está de viaje.
Este portal recomienda tomar en cuenta estos cinco puntos al salir fuera de casa.
1. Si tu viaje inicia en avión, lo primero que debes hacer es solicitar tu menú Gluten Free Meal (GFML) entre 24 y 96 horas antes de tu vuelo. Con esto podrás asegurarte de que no habrá problemas con tu comida una vez que estés a cientos de kilómetros del suelo. Otra recomendación importantísima es empacar algunos bocadillos como medida de precaución, por si tu vuelo se retrasa, los planes cambian o cometen un fatal error con tu comida.
2. Antes de hacer cualquier reservación de alojamiento, es primordial que verifiques que en el hotel de tu elección conocen perfectamente qué significan realmente los menús sin gluten, para que una vez instalado sólo te preocupes de disfrutar de las instalaciones.
3. Si viajas a uno o varios países en los que no se habla tu idioma, es más que recomendable que lleves una tarjetita en la que esté escrito que eres intolerante al gluten en la lengua oficial del país.
4. Una vez en el destino, es probable que te apetezca dar largos paseos para disfrutar de tus vacaciones. La mejor idea es prepararte y llevar una serie de alimentos saludables que no dañen tu salud: un paquetito de zanahorias baby, un plátano, una manzana, amaranto o semillas te sacarán de cualquier apuro. A esto se le llama “kit de supervivencia”.
5. Por último, si viajas a Europa, pon especial atención porque en el viejo continente los límites aceptados en los análisis de detección de gluten exceden los 20 mg/kg y sobre todo si tienes alguna duda sobre un alimento, es mejor no consumirlo.
