Las parejas felices engordan

Según investigadores la tendencia a ganar peso se debe a que las parejas felices y satisfechas saben que le gustan al otro, no solo por razones estética. Esto les da tranquilidad a la hora de dejarse ir con la comida

Según esta teoría, al “vivieron felices y contentos” habría que añadirle “y con algún kilo de más”. ¿Pero es cierto que quien tiene suerte en el amor no la tiene con la báscula? Descubre con Doctissimo la relación que existe entre la felicidad en el amor y los kilos de más.

La báscula del amor

Detrás de esta afirmación sobre la relación entre el aumento de peso y un matrimonio feliz están Andrea L. Meltzer y su equipo de investigadores de la Southern Methodist University de Dallas.

Estos investigadores han estado observando durante 4 años a más de 160 parejas y los resultados no dejan lugar a dudas: en las parejas felices, los cónyuges tienden a ganar kilos con los años, mientras que en aquellas en las que no reina la armonía, el aumento de peso es igual a cero o, al menos, inferior.

Los que están en mejor forma de todos son los divorciados que, según el estudio, suelen adelgazar dejando atrás con los kilos perdidos cualquier signo de un pasado feliz en pareja.

Según los investigadores, esta tendencia a ganar peso se debe a que las parejas felices y satisfechas saben que le gustan al otro no solo por razones estéticas y esto les da tranquilidad a la hora de dejarse ir con la comida. Y viceversa, las parejas en crisis y divorciadas saben que tienen que volver a buscar a su media naranja, por lo que prefieren cuidar más su aspecto físico y mantenerse en forma para el comienzo de la nueva época de “caza”.

Felices en el amor y ¿la salud?

Esta investigación no es la primera en establecer una relación entre el peso y la felicidad en el amor. Un estudio australiano ya había arrojado resultados similares: las mujeres casadas, con o sin hijos, engordan más que las solteras, ya sea porque le dan menos importancia a su aspecto físico o porque cambian sus hábitos, prefiriendo, por ejemplo, ir al cine o a un restaurante en lugar de ir a la discoteca.

Sin embargo, aumentar de peso no solo significa renunciar al traje de baño de dos piezas para esconder la barriguita, o comprar una talla más de pantalones para evitar tener que aflojar la cinturilla.

Mantener el peso ideal es fundamental para estar sano: colesterol alto, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer son consecuencias que debería tener en cuenta hasta la persona más enamorada y feliz del mundo. Si el príncipe azul se hubiera muerto de infarto y Cenicienta tuviera que inyectarse dosis de insulina constantemente no habrían vivido tan felices ni contentos como promete el cuento.

Cómo seguir enamorados y en forma

Estar en forma es posible incluso estando feliz y enamorado. De hecho, puede ser mucho más agradable que hacerlo solo si los dos miembros de la pareja se comprometen a realizar juntos actividades divertidas y que quemen calorías.

Una o dos noches por semana, en lugar de salir a tomar algo, podéis optar por una carrerita en el parque y las tardes de domingo tirados en el sofá se pueden cambiar por un paseo en bicicleta o, para evitar caer en la monotonía, por una clase de equitación. En lugar de ir a la discoteca, lugar de ligoteo por excelencia, os podéis apuntar a clases de baile latino, como salsa, y desmelenaros en pareja en vuestras noches locas de baile.

Para los más temerarios, también podéis optar por ir a un parque de aventura donde poner a prueba vuestro equilibrio y vuestras capacidades trepadoras, caminando sobre cuerdas entre los árboles con total seguridad. En cualquier caso, ni el amor ni la activad física pueden protegernos de los efectos nocivos de una alimentación poco sana, basada en alimentos grasos y perjudiciales.

La fruta y la verdura no deberían faltar nunca en las comidas y aunque vayáis de cenita romántica a un restaurante, ya sea o no a la luz de las velas, es importante escoger platos sanos, evitando los que son demasiado elaborados y condimentados así como las frituras. Para terminar la comida, en lugar de tomaros un postre cada uno, podéis compartir dándole de comer al otro románticamente, por el bien de la línea y de las arterias.

Enamorarse es algo maravilloso pero no hay que dejar nunca de quererse y de cuidarse.

Fuente: Yahoo Tendencias PS

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