Para el presidente de la Fundación Torres-Picón, enfocada en labores preventivas de la obesidad en niños y niñas, es conveniente insistir en la formación de conciencia respecto a la enfermedad y sus secuelas.
Esto debe hacerse en el hogar y también en las escuelas. Es responsabilidad tanto de los padres y representantes, como de los maestros y profesores. La temporada de regreso a los colegios o vuelta a clases, es un momento crucial y oportuno para muchos expertos que proponen lidiar con el problema. Durante las vacaciones escolares, dependiendo de cómo se disfrutan, se suele aumentar de peso.
Torres Ciliberto recalcó que el control y disminución de ésta enfermedad se traduciría en un aporte significativo al descenso de muertes prematuras en todo el mundo.
El fundador y vocero de la Fundación Torres-Picón hizo referencia a El Diario de Ibiza, el cual informó en España, que “uno de cada tres niños van a la escuela sin desayunar y menos de uno de cada diez lo hace de forma completa”. Y es que casi la mitad de los niños españoles de entre 6 y 9 años padece sobrepeso.
Un despacho de la Agencia EFE, divulgado por distintos medios de comunicación, señala que “con la vuelta al colegio, los expertos coinciden en la importancia de cuidar la primera comida de la mañana para prevenir la obesidad en edad escolar, ya que uno de cada tres niños van al colegio sin desayunar y sólo un 8 % lo hace de forma completa”.
"No hay que olvidar que los niños con sobrepeso y obesidad presentan más problemas óseos y musculares; tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes, hígado graso y asma; entran en la pubertad antes que sus compañeros y en general muestran una autoestima más baja", indicó Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).
Es de tener en cuenta y presente que, casi un 45 % de los menores de entre seis y nueve años en España sufre exceso de peso, un país donde se descuida el desayuno pese a que numerosos estudios demuestran su importancia en la dieta infantil.
Varios especialistas en alimentación, expertos nutricionistas, han llamado la atención sobre que la temporada de regreso a los colegios o vuelta a clases, es un momento crucial y oportuno para lidiar con el problema desde la casa u hogar, donde los menores realizan dos de las comidas principales del día, el desayuno y la cena, así como para encontrar formas que hagan posible la adopción de hábitos saludables desde edades tempranas.
"Muchos niños omiten el desayuno por varios motivos: la prisa de los padres para ir a trabajar, porque en esta hora de la madrugada tienen más sueño que hambre o por estar hartos de comer el mismo plato cada día", explicó Bravo.
HAY QUE COMBATIR CIERTA DEPENDENCIA
En consecuencia, se enfrentan a "una falta de combustible" que les impide rendir bien durante las clases. Comenzar la jornada con el estómago vacío, según el citado profesional de la salud, genera en el niño o la niña un estado de ansiedad que puede tornarse en "agresividad" cuando alcanza la adolescencia, “alterando su comportamiento lineal”.
También, a la hora del descanso el hambre hace que el menor sea "más susceptible" a consumir galletas, panes, tortas y las chucherías que suelen estar presentes en las máquinas expendedoras, que provocan estímulos fuertes por las subidas de azúcar pudiendo inducir cierta "dependencia".
Concluye Rubén Bravo, que la infancia y la adolescencia son "determinantes", ya que en esta edad se forman las células grasas que pueden convertir a un niño "rellenito" en obeso para toda la vida.
Un niño de 3 años, por ejemplo, necesita unas 1.300 calorías diarias, y si tiene 12 años, cerca de 2.200. Se puede calcular la cantidad recomendada de calorías, partiendo de una base de 1.000 y añadiendo 100 por cada año de edad en el proceso de crecimiento. "La clave para proporcionar una equilibrada alimentación a nuestros hijos reside en la correcta distribución del Valor Energético Total (VET) en las 5 tomas que se realizan a lo largo del día", recalca el experto del IMEO.
En este sentido, recomienda que el desayuno represente un 30 % del aporte total, la comida principal un 35 %, la cena un 15 %, mientras que los tentempiés o meriendas de media mañana y tarde representen un 10 % del VET cada uno.
Para el presidente de la Fundación Torres-Picón, enfocada en labores preventivas de la obesidad en niños y niñas, durante las vacaciones escolares, dependiendo de cómo se disfrutan, se suele aumentar de peso.
Es conveniente insistir en la formación de conciencia respecto a la enfermedad y sus secuelas. Esto debe hacerse en el hogar y también en las escuelas. Es responsabilidad tanto de los padres y representantes, como de los maestros y profesores.
Torres Ciliberto recalcó que el control y disminución de ésta enfermedad se traduciría en un aporte significativo al descenso de muertes prematuras en todo el mundo. La obesidad debe ser asumida como “asignatura pendiente”. GF/EDC