Como buena deportista, tú ya sabes que los estiramientos tras el ejercicio marcan la diferencia entre una recuperación rápida y una que puede convertirse en toda una pesadilla.
Ahora quieres dar un paso más. Y para eso está el yoga. Un conjunto de estiramientos y respiración consciente que, si eres constante, acabarán por aficionarte.
1.- Es un ejercicio duro. Aunque te asomes a la puerta de clase de yoga y veas que todo son ‘señoras entradas en edad’, ni se te ocurra entrar pensando que las vas a dominar a todas. Serás un auténtico desastre. Ten en cuenta que no se trata sólo de fuerza, sino de respiración, concentración y flexibilidad. Como todo, cuesta trabajo.
2.- Es un proceso. Así que, no te pongas nerviosa si ves que en la primera clase no te sale nada. Ni en la tercera ni en la décima. Lo que conseguimos en la primera no será siquiera comparable a lo que vas a ser capaz de hacer después de varios meses. Los avances son lentos, van poco a poco y has de sentirte orgulloso con estirarte, cada día, un poco más. Lo importante es no abandonarlo.
3.- Infórmate antes de qué tipo de yoga es el mejor para ti. Puedes elegir un tipo relajante y tranquilo, o el yoga más duro. Los hay incluso que se practican en salas de alta humedad y temperatura, como el Bikram Yoga. Los hay que se pueden llevar y los hay demasiado duros para ti. Algunos los podemos practicar todos y otros creemos que ni el propio profesor. Si estás perdida: prueba, mezcla y decide.
Hilaria Baldwin, mujer del actor Alec Baldwin es toda una maestra del yoga, y así lo demuestra casi a diario en su perfil de Instagram, @hilariabaldwin.
4.- La clave del yoga es el respeto y gratitud hacia el cuerpo. Y en ello se basan sus ejercicios. Nunca fuerces tu cuerpo y concéntrate lo mejor posible para conectar con él, para fortalecerlo, darle mayor flexibilidad y equilibrarlo con tu mente.
5.- Las posturas de las que se compone afectan al estado de ánimo y la energía del cuerpo de forma diferente. Es por eso que muchas de las posturas son más adecuadas para la mañana o para la noche, y tu clase dependerá del momento del día en el que decidas ponerte con ello.
6.- Por fin conseguirás ‘dejar la mente en blanco’. Si ya supieras, créenos, serías toda una experta en esto del yoga. Y es que esta práctica aumenta la capacidad de relajación y, lo más importante, aprender hacerlo en cualquier momento del día. Ya sabes, equilibrar cuerpo y mente.
Otra de las que se reconoce adictas a esta práctica es la modelo brasileña Gisele Bündchen. @giseleofficial
7.- Tu rutina debe incluir posiciones de todos los grupos principales. De pie, inversiones, flexiones hacia delante y atrás o torsiones. Es importante que incluyas variaciones en cada sesión y que no te apresures a conseguir la perfección en todas ellas. Entre cada una de ellas, toma un par de respiraciones para calmar la mente.
8.- Acuérdate de equilibrar tu cuerpo. Al igual que no debes centrarte en un par de posiciones, tampoco debes enfatizar una sola parte del cuerpo. Debes lograr un equilibrio sano y es importante mantener todas ellas igual de fuertes y flexibles. Muchas de las actividades de nuestro día a día ya se encargan de centrarse en un punto del cuerpo, olvidándose del resto.
9.- Al final de la práctica, es importante que dediques cinco o diez minutos a relajar el cuerpo. Lo creas o no, te has esforzado y una respiración profunda te ayudará a reponer tu cuerpo.
10.- Y cuando te hayas convencido de que esto es lo tuyo, hazte con el material adecuado. Una esterilla, ropa cómoda, una toalla y una botella de agua es lo imprescindible.
