Dirección al caminar guada relación con la suma y la resta

Filomena Anelli, de la Universidad de Bolonia y sus colaboradores han realizado un experimento para analizar el efecto que una actividad motora como caminar, que involucra a todo el cuerpo, puede tener sobre la capacidad para realizar cálculos aritméticos sencillos como la suma y la resta.

En el estudio, recientemente publicado en Frontiers in Psychology (2014), contaron con la colaboración de 52 participantes. Se hacían diversos ensayos en los que el experimentador y el participante caminaban juntos en línea recta durante 20 segundos.

Después, el experimentador decía un número (ej. 434), indicaba si el participante debía sumar o restar a partir de ahí, y también le señalaba la dirección (a izquierda o a derecha) por la que debía continuar andando durante otros 22 segundos mientras realizaba los cálculos de forma simultánea.

Los investigadores hipotetizaron que habría cierto efecto de congruencia entre la dirección de movimiento solicitado al caminar y el tipo de cálculo a realizar.

De esta forma, planteaban que la resta sería congruente con los movimientos a la izquierda mientras que la suma lo sería con los movimientos hacia la derecha, y todo ello se observaría en la cantidad de cálculos realizados simultáneamente.

Y el análisis de resultados así lo mostró, ya que se observaba un número mayor de cálculos aritméticos cuando los movimientos eran congruentes con el tipo de operación.

Se registró un mayor número de sumas cuando los participantes se movían a la derecha (con respecto a caminar hacia la izquierda) y también se realizaban más restas cuando caminaban en dirección izquierda (en comparación con las que se hacían hacia la derecha).

Este estudio sigue la línea de los hallazgos procedentes de otras investigaciones en los que se ha observado una relación entre el procesamiento de la información espacial y la magnitud numérica, así como entre el procesamiento de los números y los movimientos del cuerpo.

Parece claro que el cerebro no dejará de sorprendernos y que tenemos aún mucho que averiguar sobre cómo funciona y cómo se ve influido por el resto del cuerpo.

Marisa Fernández, Neuropsicóloga Senior, Unobrain

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