Documental alerta muerte infantil por obesidad

“Hemos expresado que el ser obeso significa una disminución en la expectativa de vida, debido a que la acumulación de grasa en el cuerpo abre paso al desarrollo de enfermedades del corazón, hipertensión y otras alteraciones metabólicas como la diabetes.

En los niños el riesgo es elevado y puede ser también letal”, comentó Pedro Torres Ciliberto, vocero y presidente de la Fundación Torres-Picón, la cual trabaja en prevención de la obesidad infantil, al compartir información sobre la reciente campaña emprendida desde México denominada

“Ni un Poncho Más”. “¿De qué murió Poncho?” es el cortometraje que explica que la obesidad infantil es un problema grave y muestra sus funestas consecuencias.

Estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sugieren que en los próximos diez años más de dos de cada tres personas sufrirá sobrepeso u obesidad en algunos países miembros de esa institución.

Y la Organización Mundial de la Salud (OMS), adscrita a las Naciones Unidas, ya hace bastante tiempo que viene advirtiendo y alertando sobre el peligro que representan para la humanidad los hábitos alimenticios poco saludables y el mantener una conducta sedentaria, ajena a la actividad física, los ejercicios y los deportes, recuerda Torres Ciliberto.

Las últimas semanas ha habido gran alboroto en las redes, por un video que en México se ha compartido sobre la muerte de un niño obeso. La alharaca más razonable debería estar dirigida no a ese cortometraje documental, sino a qué se está haciendo en todas partes para frenar esa epidemia del presente siglo veintiuno.

México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, y el segundo en obesidad en adultos, precedido sólo por los Estados Unidos. Problema que está presente no sólo en la infancia y la adolescencia, sino también en la población en edad preescolar, de acuerdo con datos de la UNICEF México.

De acuerdo con el testimonio del doctor Javier Hernández, la necropsia que se le realizó a Poncho (el niño fallecido) indica que murió por una obstrucción en las arterias coronarias, además de detectar que tenía el hígado graso, lo que desencadenó en un infarto en el miocardio.

El menor Alfonso Rodríguez falleció en el patio de la escuela durante la clase de educación física.

Su madre cuenta, sumamente afligida y entre llanto que "…llegué al hospital, pregunté por él y entonces sale un doctor y me dijo que mi hijo había muerto de un infarto, ¿cómo puede ser que un niño de 12 años muera de un infarto?, pensé… me puse a gritar como loca y dije que no, que no era cierto que estaba mal, que ese no podía ser mi hijo”.

Los profesores describen la difícil situación que vivieron. La pieza audiovisual, con imágenes reales tomadas de una cámara de vigilancia de la escuela donde estudiaba el menor, muestra el momento exacto en el que el niño se desvanece en el patio.

Posteriormente, una profesora intenta auxiliarlo y llama a los servicios de emergencia, quienes trasladan a Poncho a un hospital.

Los padres del niño admiten que no vigilaron la alimentación y el sedentarismo de Poncho e indican que decidieron dar a conocer el caso de su hijo para concientizar a los mexicanos sobre los riesgos de la obesidad infantil.

“Y es que los riesgos de la obesidad no son una broma, la obesidad mata. Todos tenemos la corresponsabilidad de actuar, de tomar medidas para que en nuestro hogar, en nuestra comunidad, ciudad, estado, país y continente, disminuya la incidencia de factores que son controlables” apuntó el presidente y vocero de la Fundación Torres-Picón.

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