Un nuevo estudio trata de arrojar algo de luz a nuestra incapacidad a decir que no a tareas que se escapan de nuestras obligaciones en el trabajo.
Aunque podría ser una cuestión de personalidad, el estudio apunta más bien a un problema de convenciones sociales.
"Las mujeres son miradas típicamente como criadoras y auxiliadoras, por lo que decir ‘no’ va en contra de lo que se espera de ellas", asegura Katharine O’Brien, investigadora de la Escuela de Medicina Baylor, que condujo tres estudios distintos sobre las diferencias entre los sexos ante las peticiones en el trabajo.
O’Brien continúa: "Como es de esperar, una mujer que dice ‘sí’ a peticiones es más valorada y percibida como ‘jugadora de equipo’. "Las mujeres padecen más sentido de la culpa cuando dicen que ‘no’, y se sienten mal cuando lo hacen.
Además, no quieren ser denigradas por jefes o compañeros. Esas son las razones más poderosas por las que están de acuerdo en desempeñar trabajo extra".
La pregunta natural, claro, es la siguiente: ¿ayuda este aspecto a nuestra carrera o nos perjudica? La respuesta, desafortunadamente, no es demasiado concluyente. Porque nos ayuda a tener mejor imagen por nuestra buena disposición, pero decir que sí a demasiadas tareas puede imposibilitarnos el acabarlas de manera eficiente.
