La adolescencia es la edad donde el trato puede ser más difícil, ya que se producen grandes cambios, aquel niño está pasando por un proceso para convertirse en adulto y es muy rpobable que rechace de todas las maneras los acercamientos y más aún los límites que se le impongan, por lo tanto necesita gran atención y educación para que el día que llegue a su adultez pueda tener las mejores actitudes.
La relación entre padres y adolescentes suele resultar complicada, ya que los adolescentes buscan su independencia y libertad, pero a veces los padres sienten ciertos temores ante peligros externos o imponen límites y castigos que no ayudan en la relación.
1- Es importante tener claros los roles: No eres su amigo, sino su padre/madre, por lo tanto también eres responsable de su bienestar y educación, por lo menos hasta que entre en la etapa de adultez, por lo tanto no debes confundir las relaciones. Tus hijos necesitan límites y reglas que seguir, para así comprender qué es lo que está mal y por qué lo está, si no tienen estas normas buscarán la forma de llamar la atención hasta que se las impongas.
2- Es importante que mantengas confianza y diálogo con tu hijo, de esta forma él/ella podrá comunicarse más libremente y pedirte algún consejo a la hora de los típicos problemas adolescentes. Nadie da mejores consejos que un padre, ya que son quienes quieren lo mejor para sus hijos.
3- Interésate por él, trata de conocerlo al máximo, lo que le gusta, lo que no le gusta, lo que le apasiona y lo que le desagrada por completo. Siempre debes apoyarlo en sus objetivos y en lo que se propongan, en algunas ocasiones los hijos solamente buscan la aprobación y orgullo de sus padres.
4- Es necesario que seas respetuoso y cordial con tus hijos, de nada sirve mostrarse frío y autoritario, ya que esta imagen puede producir rechazo en ellos, pedir las cosas de forma amable y nunca recurrir a la violencia o gritos.
5- Enseñarles sobre la responsabilidad y mantenerlos con los pies en la tierra, quizás esto sea una de las tareas más dificiles de la educación, debido al tiempo y esfuerzos que puede demandar por parte de los padres.
Pero es algo sumamente importante en la visión que el joven tendrá de la vida en el futuro y de su papel en el mundo, tanto para con sus compromisos personales como para con su vida social. Es necesario que aprendan la diferencia entre culpar y hacerse responsables de lo que toca, la diferencia entre esperar a que sucedan las cosas o el desafio de hacer que sucedan.