Un nuevo cóctel terapéutico elimina la hepatitis C

Golpe certero a la hepatitis C en trasplantados de hígado: Con una combinación de antivirales orales, un grupo de científicos liderados por el doctor Xavier Forns, jefe de la Unidad de Hepatitis del Hospital Clínic de Barcelona, ha obtenido una tasa de curación de la infección del 97% en un grupo de pacientes trasplantados hepáticos en los que hasta ahora sólo era posible erradicar el virus en menos del 50% de los casos.

En el estudio, publicado en la revista New England Journal of Medicine (NEJM), se ha utilizado un cóctel terapéutico (paritaprevir/ritonavir, ombitasvir y dasabuvir, asociados a ribavirina), que se ha administrado a 34 pacientes trasplantados que se habían infectado de nuevo.

En todos los pacientes, excepto en uno, se curó la infección. El único cuyo hígado fue de nuevo colonizado por la hepatitis tenía un virus con mutaciones resistentes a diversos de los antivirales, según ha explicado en declaraciones a ABC el doctor Forns, investigador del Idibaps y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (Ciberehd) dependiente del Instituto de Salud Carlos III. Forns ha precisado también que todos los pacientes que han participado en el ensayo presentaban una «forma leve» de hepatitis.

Disponible en 2015 La nueva opción terapéutica, que podría estar disponible ya en 2015, es, además de eficaz, «segura», según ha destacado Xavier Forns, que dirige al único grupo español participante en la investigación. «Los efectos adversos observados han sido, en general, leves», explica el investigador del Clínic, último firmante del artículo.

A su entender, la potencia de esta nueva fórmula medicamentosa radica en que «ataca al virus en tres fases diferentes». «Impacta en el ciclo vital del virus en tres momentos, lo que le da más fuerza para combatirlo, prácticamente lo noquea», aclara el investigador.

Desde hace dos años, se trabaja con nuevos fármacos antivirales más eficaces, seguros y con menos efectos adversos que el tratamiento clásico con interferón asociado a la ribavirina.

«Ésta es, sin duda, la aportación más importante a nivel farmacológico de los últimos años», ha precisado Forns. En este sentido, el investigador del Clínic ha recordado que con el anterior tratamiento, la única opción existente hasta ahora para los trasplantados con hepatitis C, «la infección volvía reaparecía al año de la intervención».

Dos estudios anteriores

La Unidad que dirige en el Clínic también ha participado en dos trabajos publicados recientemente en la revista Gastroenterology.

En el primero de ellos se administró tratamiento antiviral con sofosbuvir y ribavirina a pacientes con cirrosis avanzada hasta el día del trasplante para prevenir la recurrencia de la infección tras el mismo.

El 70% se curó, hecho que demuestra que es posible prevenir la infección por hepatitis C en una proporción muy importante de pacientes trasplantados.

En el otro estudio publicado en esta misma revista, pacientes ya trasplantados con una recurrencia grave de la hepatitis C recibieron un tratamiento con sofosbuvir y ribavirina. El 70% de ellos también se curó.

«Se trata, en resumen, de tres estudios muy relevantes en el campo del trasplante y la infección por el HCV que abren grandes esperanzas para los pacientes y los profesionales que se dedican a este campo», señala el responsable de la Unidad de Hepatitis del Hospital Clínic.

Estos tres estudios se han generado en el marco de una estrecha y larga colaboración entre dos grupos del Clínic / Idibaps y del Ciberehd, el de Hepatitis Víricas que lidera Forns y el de Trasplante Hepático, dirigido por el doctor Miquel Navasa.

El virus de la hepatitis C es un desafío de salud a nivel global, ya que aproximadamente 170 millones de personas sufren una infección crónica. En el año 2012, se realizaron aproximadamente 24.000 trasplantes hepáticos en el mundo, la mayor parte de ellos como consecuencia del virus.

La reaparición de la infección con este virus tras el trasplante se produce siempre en individuos que llegan a él con el virus detectable. Tras el mismo, el virus coloniza el nuevo órgano y se inicia una hepatitis, lo que además provoca la aparición de cirrosis en alrededor de un tercio de los trasplantados.

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