La visión borrosa: síntoma principal de alerta para los diabéticos

El cuidado de los pacientes con diabetes, debe ir más allá del manejo adecuado de la glicemia. Esta afección puede ocasionar deficiencias visuales, que encuentran como principal trastorno la retinopatía diabética, una condición que se manifiesta cuando los vasos sanguíneos de la zona retiniana se obstruyen y ocasionan una serie de pequeños infartos y hemorragias en la retina.

Aunado a este proceso de deterioro, podría aparecer el Edema Macular Diabético (EDM), la causa de pérdida visual en personas con diabetes.

“La función de la mácula es la visión de detalle. Gracias a esta zona de la retina, nosotros somos capaces de hacer tareas importantes como leer, conducir o reconocer caras. Por esta razón, cuando se presenta el Edema Macular Diabético, la pérdida de visión repentina es el síntoma principal de alerta. Se desarrolla cuando se produce una alteración vascular en los capilares que rodean la mácula, estos vasos dejan de ser impermeables, permiten acumular líquido en ésta, y la visión disminuye,” afirmó la doctora Aura Giral, retinólogo médico.

La doctora Giral aclaró que el diabético puede tener una retinopatía avanzada sin manifestar el Edema Macular Diabético. Asimismo, detalló que “usualmente los pacientes conocen de su situación retiniana atenuada cuando van al oftalmólogo a hacerse un chequeo. A algunos se les diagnostica la diabetes después de encontrar la retinopatía.”

Por otra parte, la especialista indicó que la regulación glicémica es fundamental al momento de tratar el Edema Macular Diabético. “Es necesario controlar la enfermedad base primero, y luego el paciente debe ser evaluado desde un punto de vista multidisciplinario. No solamente debe acudir al endocrinólogo, sino que también debe visitar al cardiólogo, al oftalmólogo y a un especialista en retina,” enfatizó.

Entre las opciones de tratamiento para el Edema Macular Diabético, se encuentran las inyecciones intraoculares de la molécula ranibizumab, una medicación aprobada para esta patología que debe ser colocada por el especialista, la cual ayuda a reducir la sintomatología de esta afección ocular.

Finalmente, la galena recomendó a aquellos pacientes diabéticos que no manifiestan alteraciones visuales una consulta al oftalmólogo cada seis meses. “La idea es que uno tenga un mayor registro de los cambios que ocurren tempranamente antes de llegar a un estado avanzado de deterioro de la retina,” concluyó.

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