La mielofibrosis es una enfermedad en la sangre que ocasiona una cicatrización precoz de la médula ósea –tejido que se ubica dentro de los huesos largos, vértebras, costillas, esternón, huesos del cráneo, cintura escapular y pelvis- en cuyo interior se encuentran las células madres, que son las encargadas de generar y distribuir los glóbulos rojos, blancos y plaquetas en la sangre.
“La evolución de la mielofibrosis no ocurre de golpe. Es un proceso muy pausado, que se manifiesta en el trascurrir de los años. No se sabe a ciencia cierta el por qué se inflama la médula ósea de forma exagerada y continua. No se puede detectar ningún síntoma en la piel, porque es un proceso que ocurre solo en los huesos. La mayoría de los pacientes que sufren de dicha enfermedad son mayores de 60 años”, afirma el doctor José Luis López, Hematólogo y Jefe de Consulta del Banco Municipal de Sangre del Distrito Capital.
El desarrollo de la enfermedad es lento e indetectable en años, pues los síntomas se manifiestan una vez que la enfermedad se encuentra en un nivel avanzado, cuando la cicatrización ocurrida deja sin oxígeno a la médula ósea, generando problemas de anemia, hemorragias, etc. La patología hace que la sangre vuelva a producirse en el bazo y en consecuencia el órgano se agranda, llegando a ocupar el espacio correspondiente al estómago, generando falta de apetito y por consiguiente pérdida de peso.
Lidiar con la enfermedad a una edad avanzada no es fácil. “El problema para tratar a estos pacientes es que el trasplante de médula ósea, uno de los métodos utilizados para lidiar con la patología, les resulta a la mayoría muy riesgoso por su edad, dejando como único tratamiento la transfusión de sangre”, comenta el especialista.
“La producción de células generadas en el bazo, hace que el paciente sufra de otros síntomas como fiebre, sudoración nocturna, cansancio extremo y pérdida de peso. Se verá limitado en sus funciones cotidianas y por consiguiente su calidad de vida se verá severamente afectada. Es ahí cuando la familia deberá apoyar al paciente, ayudándolo a realizar juntos las tareas del hogar”, expone el doctor López
