Alrededor de una quinta parte de las mujeres hispanas portan una variante genética que ofrece una protección significativa contra el riesgo de cáncer de mama, según un estudio reciente.
La variante genética tiene su origen en los amerindios y reduce el riesgo de cáncer de mama entre un 40 y un 80 por ciento, sobre todo de las formas de receptores de estrógeno negativos de la enfermedad, que son más agresivas, apuntaron los investigadores.
"El efecto es bastante significativo", afirmó el autor principal del estudio, el Dr. Elad Ziv, profesor de medicina de la Universidad de California, en San Francisco, en un comunicado de prensa de la universidad.
"Si se porta una copia de esa variante, lo que sucede en alrededor del 20 por ciento de las latinas de EE. UU., se tiene alrededor de un 40 por ciento menos de probabilidades de contraer un cáncer de mama. Si se portan dos copias, lo que ocurre en alrededor del uno por ciento de la población latina de EE. UU., la reducción en el riesgo es del 80 por ciento", explicó Ziv.
Los investigadores precisaron la variante genética tras analizar el ADN de 3,140 pacientes de cáncer de mama en Estados Unidos, México y Colombia, además de casi 8,200 mujeres sin cáncer de mama en los mismos países.
El equipo también encontró que las mujeres con la variante genética tienen un tejido mamario que parece menos denso en las mamografías. Se sabe que el tejido de mama que parece más denso en una mamografía es un factor de riesgo del cáncer de mama, según el estudio que aparece en la edición del 20 de octubre de la revista Nature Communications.
Las mujeres hispanas tienen un riesgo más bajo de cáncer de mama que las de otros grupos étnicos. El riesgo de por vida de la enfermedad es del 13 por ciento para las blancas, del 11 por ciento para las negras, y de menos del 10 por ciento para las hispanas, según el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. El riesgo es incluso más bajo para las mujeres hispanas con ascendencia amerindia.
La variante genética recién identificada se encuentra en el cromosoma 6, cerca de un gen que codifica un receptor del estrógeno llamado ESR1. Se necesita más investigación para determinar de qué forma la variante genética afecta al riesgo de cáncer de mama, señalaron los investigadores.
"Si podemos usar estos resultados para comprender mejor cómo esto protege [contra] el cáncer de mama de receptor de estrógeno negativo, sería interesante e importante, porque ahora mismo no hay una buena forma de prevenir ese tipo de cáncer de mama", señaló Ziv.