Según un estudio británico, las parejas con vidas amorosas felices son más proclives a interactuar de manera positiva con sus hijos.
Pareja unida, familia feliz. Eso es lo que concluye este estudio que se enmarca en el proyecto Modern Fatherhood de la Universidad de East Anglia y la unidad de investigación del Hospiral Thomas Coram.
Aunque el estudio no pretendía llegar a esta conclusión, los resultados de la encuesta realizada a más de 5000 familias británicas son aplastantes: cuanto más positiva es la relación entre los padres, más proclives son estos a involucrarse en la educación de sus hijos.
Las preguntas realizadas se dividieron en tres tipos: interacción entre las parejas (tener proyectos juntos o debatir decisiones importantes), estrés de las parejas (aspectos negativos como peleas o considerar el divorcio) y bienestar (aspectos como besarse de manera frecuente y felicidad general). Después, concluyeron que la relación entre la felicidad de la pareja y de la familia es determinante.
Las parejas con mayor nivel de interacción (esas que tienen proyectos y toman decisiones en común), son las que más aseguraron tener conversaciones con sus hijos sobre cuestiones importantes. Las que afirmaron que lo suyo es pura felicidad, son más proclives a animar y alabar a sus hijos a diario. Las parejas estresadas, en cambio, tienen más tendencia a gritar o regañar a sus hijos.
