Las mujeres universitarias pueden usar estrategias alimentarias.

Las mujeres jóvenes que empiezan a ir a la universidad comprenden los beneficios de una dieta sana y saben qué alimentos deberían comer. Pero no están seguras de que puedan seguir tomando estas decisiones alimentarias adecuadas, según un estudio reciente.

El estudio contó con 268 mujeres universitarias de primer año inscritas en el programa de Educación Paritaria de Ejercicio y Alimentación Correcta de la Universidad de Illinois. Las estudiantes respondieron a las preguntas sobre la alimentación, como, por ejemplo, lo que decidirían comer si tuvieran mucho trabajo académico, si estuvieran muy hambrientas o si no tuvieran nada de hambre. También les preguntaron qué comerían si tuvieran alimentos que requirieran tiempo y esfuerzo para prepararlos.

"Las mujeres de nuestro estudio no confiaban mucho en su capacidad de comer una dieta sana, sobre todo si tenían que hacer algo físico, como cortar las verduras o ir a comprar. La motivación simplemente no era fuerte si estaban en una fiesta o en lugares donde había otras alternativas divertidas", afirmó en un comunicado de prensa Karen Chapman-Novakofski, profesora de nutrición.

Aunque estas estudiantes creían que podrían atenerse a las opciones bajas en grasa, no estaban seguras en particular sobre si cumplirían con los requisitos de calcio. Los investigadores dijeron que esto era potencialmente preocupante, dado que podría afectar a su riesgo de sufrir osteoporosis, una enfermedad en que se produce una pérdida ósea, en un momento posterior de sus vidas.

"Las mujeres optimizan la masa ósea cuando tienen aproximadamente 18 años de edad, de modo que estamos hablando de un periodo importante para que consuman calcio", dijo Chapman-Novakofski.

La coautora del estudio, Leia Kedem, dietista y educadora en alimentación, indicó que hay muchas más opciones cuando se trata de alimentos bajos en grasa. "Las mujeres han desarrollado estrategias para decidir entre las opciones ricas en grasa y las bajas en grasa. Pueden comer pollo en lugar de carne molida o comer una ensalada en lugar de un Reuben", dijo.

Pero "hay menos maneras de incluir alimentos densos en calcio, incluso fortificados, en su dieta, de modo que es más importante tener una estrategia para incluir a los productos lácteos", añadió Kedem.

Chapman-Novakofski dijo que la combinación de factores personales, conductuales y ambientales afectan al comportamiento. "Si una estudiante tiene maneras estratégicas de atenerse a una dieta sana en situaciones difíciles, será más propensa a comprometerse con sus objetivos y a alcanzarlos", dijo.

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