¿Qué son la osteopenia y la osteoporosis? ¿En qué se diferencian?
Por definición, según la Organización Mundial de la Salud, la osteoporosis es un proceso caracterizado por la disminución de la densidad mineral ósea y una alteración de la microestructura del tejido óseo, que da lugar al aumento de la fragilidad del hueso y, por consiguiente, el riesgo de fracturas.
Por su parte, la osteopenia es la disminución de la densidad ósea como un proceso normal dentro del envejecimiento del organismo. No es una enfermedad, como sí lo es la osteoporosis.
¿Podría decirse que una es la antecedente de la otra?
No toda persona que tenga osteopenia generará osteoporosis. Sin embargo, la falta de diagnóstico de la osteopenia y su mal manejo o la ausencia del mismo generarán una alta predisposición al desarrollo de osteoporosis.
Dicen que a los 30 años nuestros huesos están en su “mejor” momento y que después, lentamente, se empiezan a descalcificar… ¿Cuándo deberíamos ocuparnos de ellos?
Todo momento es bueno para ocuparse de nuestros huesos. Desde el inicio, en los cuidados prenatales, la alimentación y la complementación de la dieta en la embarazada sirven para garantizar una buena formación de la estructura ósea del bebé. Luego, en la niñez, será indispensable la adecuada alimentación y la realización de ejercicio.
Respecto a los 30 años, si una persona tiene una alimentación completa y realiza ejercicios no son el punto de infección para este bienestar. Los huesos no se descalcifican si no hay un desbalance de estos factores o una patología que lo genere.
¿La osteoporosis es una enfermedad exclusiva de las personas mayores o existen otros factores que ayudan a que se desencadene?
Si bien la osteoporosis está relacionada con la adultez, dada por la predisposición generada por la osteopenia fisiológica, existen patologías de origen genético o evolutivas que generan descalcificación ósea. Se caracterizan por una alteración en la formación y en la remodelación de este tejido.
¿Se da más en las mujeres? ¿Por qué?
Ocurre con más frecuencia en mujeres postmenopáusicas, como resultado de la falta de producción de estrógenos que tienen ellas durante este periodo. Igualmente, personas de ambos sexos pueden estimular la aparición de osteoporosis al adoptar algunos malos hábitos, como por ejemplo:
- Falta de ejercicio físico.
- Exceso de consumo de alcohol.
- Prolongado uso de corticoides durante tratamientos crónicos.
- Alimentación inadecuada, con pobre ingesta de calcio.
- Ciertas enfermedades que provocan deficiente absorción intestinal de calcio, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, también pueden ser causantes.
¿Cuáles son los síntomas?
No hay síntomas obvios en las primeras etapas de osteopenia ni de osteoporosis. No hay dolor, ni signos especificos. Debuta directamente con la complicación: la fractura. Por eso, es tan importante su detección precoz.
¿Cómo se diagnostica?
Lamentablemente, la mayoría de estas entidades se diagnostican al momento de presentarse la fractura, que suele darse en la columna vertebral, las muñecas o la cadera. El estudio diagnóstico específico para determinar la calidad de la densidad ósea es la densitometría ósea corporal. Debería ser solicitada en caso de presentar algún factor de riesgo en la vida pre y postmenopáusica en la mujer, y como complemento de control clínico en el hombre adulto.
¿De qué manera se puede prevenir?
La prevención se apoya directamente en una alimentación balanceada en minerales y la realización de actividad física para estimular la fijación de estos minerales.
¿Cuáles son los hábitos saludables que se aconsejan seguir?
Al detectar la osteoporosis, en caso de ser necesario, el tratamiento consta de una compensación dietaria o complementación vitamínica (calcio, vitamina D) y de estimulantes de la fijación de los mismos. En todo caso estos tratamientos deben ser indicados por profesionales. El exceso de estos complementos generarán patologías secundarias o, en el mejor de los casos, la generación de una orina muy costosa.
¿Qué ocurre con las personas que tienen osteoporosis y se fracturan? ¿Vuelven a soldar sus huesos o es más lento el proceso?
Las personas que tienen osteoporosis requerirán más tiempo para la consolidación de las facturas. Estadísticamente, su reducción anatómica será más difícil, ya que un hueso osteoporótico en el mecanismo de la fractura se impacta y pierde su estructura normal.
¿Qué se recomienda hacer para fortificar el sistema óseo y reducir los riesgos de fracturas?
El permanente control clínico de la enfermedad es la mejor manera de limitar posibles complicaciones. Es importantísimo mantener los niveles de glucemia dentro de los parámetros normales, para que todos los factores de nutrición y fortalecimiento óseo lleguen al mismo. El ejercicio controlado ayuda a regular estos niveles y actúa directamente sobre la calcificación y regeneración ósea.