Jordi Salas-Salvad, especialista de la Universidad Rovira i Virgili (España) que condujo el estudio, explica que no se sabe a ciencia cierta como es que las nueces previenen la mortalidad temprana. “Las nueces tienen un contenido muy alto de ácido alfa-linoleico y fitoquímicos, especialmente en la cáscara. Estos compuestos, junto con las fibras y los minerales como el calcio, magnesio y potasio, pueden generar un efecto positivo en la salud”, considera el experto.
Sus conclusiones fueron publicadas en la revista BMC Medicine.
NUECES QUE PROTEGEN
Los investigadores trabajaron con 7000 personas de 55 a 90 años de edad. Los voluntarios fueron divididos en dos: la mitad siguió con su alimentación habitual y el resto comenzó una dieta mediterránea, rica en nueces y aceite de oliva extra virgen.
Salas-Salvad observó que los participantes que comían más de tres porciones de nueces por semana tenían un peligro 55% menor de morir por enfermedades cardiovasculares y un riesgo 40% más bajo de fallecer a causa del cáncer. En este estudio, una porción de nueces equivalió a 28 gramos.
En comparación a las personas que se alimentan con poca grasa, los individuos que siguen una dieta Mediterránea tienen una mortalidad 39% menor. Y los que agregan las nueces bajan su mortalidad al 45%.
Los expertos consideran que hay que investigar más a fondo para comprender cuales son los compuestos y el tipo de nuez que más contribuyen a una buena salud. Recalcan que “mientras tanto, debemos enfocarnos en como promover el consumo de nueces en la población e integrar este alimento en la dieta diaria. Muchas dietas recomiendan incluir las nueces en una de las cinco porciones diarias de frutas y verduras. Esta parece ser una sugerencia simple y práctica para seguir”.
