Tomar duchas es algo refrescante y una forma rápida de limpiar la piel. Sin embargo, al hacerlo es probable que la dañemos sin darnos cuenta. Te explicaremos cuáles son los principales daños que le haces a tu piel al ducharte, no te lo pierdas.
Cómo te perjudican las duchas calientes
Las duchas de agua caliente influyen negativamente en la capa externa de la piel, destruyendo las células que la cubren. Dichas células proporcionan una defensa contra las agresiones del medio ambiente y además retienen la humedad, pues producen una fina capa de aceite que ayuda a recubrir la dermis y mantener la humedad de la misma.
El calor de la ducha y el uso del jabón en exceso hacen que estos aceites se ablanden y que la piel se reseque, produciendo comezón e inclusive eccemas. Esto se traduce en que, cuanto más larga y caliente sea la ducha, mas resequedad se producirá. Si notas que al salir del agua tu piel se pone roja y comienza a picarte, eso es señal de que deberás comenzar a enfriar un poco el agua.
Consecuencias de las duchas con agua con cloro
El agua en las grandes urbes es tratada con cloro para descontaminarla y para hacerla bebible. Sin embargo, este compuesto suele ser peligroso para la salud de la piel, debido a que contiene toxinas que pueden ser abrasivas. Esto ocurre sobre todo cuando se toman duchas de agua caliente, pues los poros se abren y se absorbe una cantidad mucho mayor de cloro que el que habitualmente se puede soportar.
Este compuesto contiene un oxidante que afecta la piel humana, causando daños en el tejido celular a largo plazo. El efecto abrasivo de este compuesto químico hace que la piel se reseque y resquebraje, lo que produce picazón y ardor.
Cómo evitar que los baños de ducha te hagan daño
En primer lugar, es necesario que disminuyas la temperatura del agua (sí, yo sé que eso puede ser un tanto molesto, pero piensa en las consecuencias de bañarte con agua demasiado caliente). Luego, asegúrate de tomar duchas cortas de no más de 10 minutos y considera el uso de jabón solo en las zonas necesarias, como por ejemplo, debajo de los brazos o alrededor de la ingle. Inclusive puedes optar por utilizar productos hidratantes durante la ducha. Actualmente, en el mercado es posible encontrar cremas que puedes utilizar al ducharte, que nutrirán tu piel y evitarán que se reseque.