9 saludables y deliciosas razones para adoptar la Dieta Mediterránea

Buena para el corazón y la salud en general, la dieta mediterránea es un modelo de alimentación sana, con recetas fáciles de preparar y una variedad de texturas y sabores que son las delicia de toda la familia.

¡Adóptala para mejorar tu salud! 

¿Te gustaría pasar una temporada en las plazas de Ibiza o perderte por una isla griega? ¿Conocer Niza, visitar Nápoles o explorar Marruecos? Mientras llegan esas vacaciones soñadas, te conviene ir adoptando la forma de alimentación de esa región del mundo.  

Como ya hemos mencionado en Vida y Salud, la dieta mediterránea, que es rica en frutas, verduras y granos integrales, baja en carne roja y basada en grasas no saturadas, como el aceite de oliva, proporciona múltiples beneficios para el organismo. Aquí te presentamos 9 poderosas razones para que te animes a adoptarla.

1. Es buena para el corazón. Quienes habitan en la cuenca mediterránea utilizan casi siempre alimentos frescos. Procura descarta de tu dieta, dentro de lo que puedas, los alimentos congelados y la comida chatarra.

Según la Mayo Clinic Women’ HealthSource, casi todos los alimentos que forman parte de la dieta mediterránea son buenos para el corazón.

El aceite de oliva y las nueces bajan el colesterol; las frutas, los vegetales y los granos integrales ayudan a conservar las arterias limpias; el pescado ayuda a bajar los triglicéridos y la presión arterial; los ácidos grasos omega 3 (presentes en los frutos secos, como las nueces, almendras y avellanas y en el pescado) disminuyen los triglicéridos y la presión arterial y ayudan a la salud del corazón.

2. No tienes que contar calorías constantemente. Lo esencial es cambiar los alimentos “malos” por los “buenos”. Por ejemplo, poca carne roja y muchos pescados y mariscos; frutas en lugar de postres elaborados repletos de azúcar; grasas no saturadas, especialmente aceite de oliva, en vez de mantequilla. El aceite de oliva, por cierto, también beneficia a las personas con diabetes tipo 2, de acuerdo con un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition.

3. Puedes comer pan y pasta. Pero que sean integrales, por supuesto. Contienen más proteína y minerales, y son más sanos que la pasta y los panes refinados (estos últimos suben repentina y temporalmente el azúcar en la sangre, seguido de un descenso rápido que no es saludable) y pueden reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. 

4. Se permite la grasa saludable, pero sin exagerar. La que se encuentra en las nueces de todo tipo, las aceitunas y el aceite de oliva, que añaden sabor a los alimentos y ayudan a combatir enfermedades como la diabetes y el cáncer. Por otro lado, que evitar: las grasas saturadas y trans que se encuentran escondidas en muchos alimentos procesados.

5. Y el vino en moderación. En los países de la región, se suele beber vino con las comidas. Sobre todo vino tinto. El vino te relaja y puede ayudar a combatir las enfermedades cardiovasculares, siempre que se limite a una copa al día para las mujeres y dos para los hombres.

6. Hay muchas opciones. La dieta mediterránea no sólo incluye la cocina griega o italiana, sino también la de Francia, España, Turquía, Marruecos y otros países de la región. Pero selecciona los alimentos sanos. Evita la carne roja, la leche entera y los productos lácteos a base de leche entera. Puedes comer las frutas y vegetales frescos, el aceite de oliva, los pescados frescos y los granos integrales. En Vida y Salud encontrarás muchas opciones, como una deliciosa ensalada griega a base de pollo, o unos apetitosos ravioles a la Florentina.

7. Tiene especias variadas y deliciosas. Las hierbas y especias mediterráneas, como hojas de laurel, cilantro, romero, ajo, pimienta, canela, etc. les dan tanto sabor a las comidas, que no necesitas agregarles sal. Y algunas tienen propiedades antioxidantes, que ayudan a combatir varias enfermedades.

8. No pasas hambre. Como los alimentos son ricos en fibra, se digieren lentamente y mantienen más tiempo la sensación de saciedad (te sientes lleno). Y un beneficio adicional: la dieta mediterránea facilita que puedas mantener el peso tras una dieta para rebajar. Así lo reveló un estudio del Centro de Investigaciones Nucleares Negev, en Israel,  publicado en la revista New England Journal of Medicine.

9. Tu mente puede conservarse en mejores condiciones. Lo que protege tu corazón, protege a tu mente también. Unas investigaciones realizadas en la Universidad de Exeter sugieren que la dieta mediterránea podría proteger al cerebro del envejecimiento y reducir el riesgo de las enfermedades relacionadas con la edad, como la demencia precoz.

Si quieres darle un regalo de salud a tu familia y hasta prolongar su vida, adopta lo más pronto posible la dieta mediterránea en tu casa. Desde tu cocina podrías estar combatiendo condiciones como la diabetes tipo 2 y la obesidad. Pero recuerda que más que una simple dieta, es más bien un estilo de vida. Si quieres obtener todos sus grandes beneficios, debes combinarla no sólo con actividad física, sino también con una actitud serena y relajada, que alivie la tensión y el estrés de la vida moderna.

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