Aunque no conviene trivializar la peligrosidad del brote de ébola que está sufriendo África Occidental, y que desde hace unas semanas acapara todas las portadas de los medios, es necesario hacer un esfuerzo por relativizar su impacto.
Sí, el virus del Ébola es especialmente letal, pues acaba con la vida de más de la mitad de las personas infectadas, pero ni es tan contagioso ni causa tantas muertes en términos absolutos, publicó hoy el portal elconfidencia.com
El actual brote del ébola ha acabado con la vida de 932 personas, según el último dato aportado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde que estallara en marzo de este año, pero hay que recordar que, en sólo un año, y sólo en África subsahariana, mueren más de un millón de personas por el sida, otras tantas por bronquitis o neumonía y más de medio millón por una simple diarrea.
Estos son, según datos de la OMS [puede descargarlos aquí], las enfermedades infecciosas que más muertes causan en todo el mundo y que, quizás, deberían preocuparnos más que el ébola.
1. Infecciones respiratorias de vías bajas Las infecciones respiratorias que afectan a la tráquea, los bronquios y los pulmones (el tracto respiratorio inferior) son las patologías contagiosas que causan más muertes en el mundo, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados.
Sólo las enfermedades cardiovasculares y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica causan más decesos a nivel global.
Las infecciones respiratorias más comunes son la bronquitis y la neumonía, aunque las muertes ocasionadas por la gripe también entran en esta categoría.
En la mayoría de ocasiones los pacientes se curan gracias a un tratamiento con antibióticos, pero su altísima prevalencia hace que, en números absolutos, la mortalidad sea muy alta.
En España, sin ir más lejos, este tipo de infecciones suponen, según la Organización Médica Colegial, entre el 14 y el 22% de las consultas de Atención Primaria.
2. Sida Pese a los enormes esfuerzos realizados en las últimas décadas para detener su avance, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida sigue siendo la sexta causa de muerte a nivel global, y la segunda enfermedad infecciosa en términos de mortalidad.
Entre 1990 y 2010 las muertes provocadas por el sida crecieron un 127% en el mundo desarrollado y un preocupante 439% en los países en vías de desarrollo.
Como explicaba en una entrevista en El Confidencial el doctor Asier Sáez-Cirión, uno de los más reputados expertos en VIH del mundo, justo cuando estamos más cerca de controlar la epidemia, nos estamos despreocupando de ella: “Hay una banalización gravísima de la infección. La gente piensa que el VIH, gracias al tratamiento, se ha convertido casi en una enfermedad crónica, y hay una relajación en ciertos comportamientos y actitudes como la protección en las relaciones sexuales”.
3. Enfermedades diarreicas La diarrea, que no deja de ser una alteración de las heces, es una de las principales causas de muerte en los países del Tercer Mundo, ya que está íntimamente asociada a la deshidratación, la malnutrición y la calidad del agua, que tiene un papel crucial en su transmisión.
En la mayoría de los casos, la diarrea aparece debido a una infección ya sea por rotavirus (la principal causa) o bacterias. Su mortalidad es especialmente elevada en los niños, que pierden cantidades peligrosas de sales importantes, electrolitos y otros nutrientes.
La diarrea causa casi un millón y medio de muertes al año en los países en desarrollo y es la quinta causa global de muerte.
En los países desarrollados ni siquiera aparece entre las 60 causas de muerte más comunes. La triste realidad es que el hambre y la sed son los verdaderos responsables de las muertes por diarrea.
4. Tuberculosis La tuberculosis es una infección bacteriana contagiosa que afecta principalmente a los pulmones, aunque puede contagiarse a otros órganos. Se trata de una de las enfermedades que más ha preocupado a los médicos durante toda la historia.
Hoy en día su impacto se ha reducido enormemente en los países desarrollados (donde, aún así, causa 46.000 muertes al año), pero sigue golpeando con fuerza en el Tercer Mundo.
Se trata de una enfermedad que se contagia con relativa facilidad, por vía aérea, y no tiene un tratamiento sencillo, pues requiere largos periodos de exposición a varios antibióticos, algo que se complica debido al desarrollo de resistencias a los mismos.
5. Malaria La malaria es una enfermedad producida por los parásitos del género Plasmodioum, que transportan los mosquitos Se calcula que más de medio millón de personas mueren al año debido a ésta, la mayoría en el África Subsahariana. El 75% son niños.
Aunque la malaria se puede tratar de una forma relativamente eficaz gracias a los antipalúdicos, aproximadamente un 20% de las personas que contraen la enfermedad acaba muriendo.
Por suerte el desarrollo de una vacuna eficaz está en una fase muy avanzada y es posible que podamos verla funcionar en los próximos años.
6. Meningitis En las dos últimas décadas el impacto de la meningitis ha disminuido notablemente en todo el mundo, pero sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más peligrosas. Aparece cuando una infección (vírica o bacteriana) inflama las meninges.
Progresa con mucha rapidez. Si no se trata a tiempo es mortal, por lo que su tratamiento tiene que ser inmediato, algo difícil de asegurar en el África Subsahariana, donde es la décima causa de muerte (a nivel global es la 29ª).
La meningitis bacteriana se ha logrado erradicar en gran parte del mundo gracias a las vacunas, no así la vírica.
7. Hepatitis B aguda Las infecciones del hígado causadas por el virus de la hepatitis B (que no fue descubierto hasta 1963 de manos del premio Nobel Baruch Blumberg) son las más peligrosas.
La enfermedad se propaga al entrar en contacto con la sangre, el semen u otro líquido corporal de la persona infectada y, de nuevo, su presencia es mucho mayor en Asia y el África Subsahariana. En algunas zonas de África su prevalencia supera el 15%.
La hepatitis B cuenta con una vacuna eficaz, que reciben todos los bebes españoles en los primeros seis meses de vida.
De la extensión de ésta por todo el mundo depende la erradicación de la enfermedad.
8. Sarampión
El sarampión es una enfermedad que, gracias a las vacunas, está a punto de erradicarse en Europa y Norteamérica (causa menos de 100 muertes al año), pero que aún sigue teniendo un impacto importante en el Tercer Mundo.
Es muy contagioso, afecta principalmente a los niños y no existe un tratamiento específico: en la mayoría de los casos acaba desapareciendo sin complicaciones con descanso y cuidados sintomáticos, pero en otras ocasiones la cosa se complica, la enfermedad provoca a su vez neumonía y encefalitis, y acaba siendo letal.
Dado lo fácil que es contagiar el sarampión, basta que una pequeña población no se vacune para que se dé un brote de la enfermedad, algo que ocurrió en 2005 en el estado de Indiana debido a un grupo de niños cuyos padres se negaron a vacunarles.
9. Sífilis
La sífilis es una infección de transmisión sexual que es muy difícil contraer por otras vías. El uso generalizado de preservativos provocó una disminución de su prevalencia en los países desarrollados, pero aún así sigue siendo frecuente, sobre todo en el África Subsahariana, el Sur de Asia y Latinoamérica.
Al contrario que el sida, si se trata a tiempo, la sífilis tiene una cura relativamente sencilla que no deja secuelas, pero si no se identifica pronto puede llegar a provocar la muerte. En todo el mundo mueren al año más de 70.000 personas debido a esta enfemedad.
10. Encefalitis La encefalitis es una inflamación del encéfalo que puede ser provocada por una gran variedad de bacterias, parásitos, hongos o virus.
Normalmente, es sólo un síntoma de otra enfermedad, pero la encefalitis viral es la que puede resultar mortal en sí misma, causando la muerte en entre un 5 y un 20% de los casos, dependiendo del virus. Normalmente la encefalitis va a acompañada de la meningitis, pero también puede aparecer debido al arbovirus, la rabia, el sarampión o el VIH.
En los países subdesarrollados es la 47 causa de muerte global, en los desarrollados la 92.