El apio tiene una gran cantidad de propiedades para la slaud, según los estudios y descubrimientos: Podemos utilizarlo een ensaladas, sopas o en te, pero se ha demostrado, que el de mayor provecho o beneficio para sus consumidores es hacerlo en jugos.
EL APIO COMO HIPOTENSOR.
En la medicina tradicional.
Existe registro del uso del apio como hipotensor al interior de las medicinas tradicionales del lejano oriente, por lo menos desde el año 200 AC.(7). En la actualidad continua siendo utilizado con ese mismo fin en la Medicina Tradicional China, en Vietnam, en Corea, etc. También sabemos que los griegos y los romanos, durante la antigüedad clásica lo utilizaban como calmante.
¿ Ha sido confirmada dicha propiedad por la investigación científica moderna?
La respuesta es afirmativa. El Dr. William J. Elliot (8 y 9), farmacólogo de la universidad de Chicago, ha corroborado los efectos hipotensores del apio.
El Dr. Elliot decidió seguir la pista del apio como hipotensor a raíz del comentario de uno de sus alumnos de postgrado, el Sr. Quang T. Lee, quien , por cierto, colaboró en la investigación. Su padre, el Sr. Minh Lee, vietnamita de 62 años, logró disminuir su presión arterial de 158/96 a 118/82 tan solo consumiendo 125 gr de apio diariamente durante una semana.
El Dr. Elliot se dio a la tarea de identificar la sustancia hipotensora del apio y logró hacerlo.
Se trata de un compuesto llamado 3-n-butilftalido ( 3 NBP, o NBP por sus siglas en inglés), que le da al apio su aroma característico.
Este compuesto está presente en otras hortalizas pero solo el apio lo contiene en cantidades importantes.
En experimentos con ratones de laboratorio, el Dr. Elliot corroboró los efectos hipotensores de dicha sustancia: al administrar la cantidad equivalente al consumo de 4 tallos de apio al día, la presión sistólica (la más alta) se redujo en promedio 13%, y también se redujo el colesterol un 7%.
¿Cómo actúa este compuesto?
Según el Dr. Elliot, el apio actúa por su efecto sedante. Al parecer, el 3-n-butilftalido, disminuye la concentración sanguínea de las hormonas asociadas con el stress, catecolaminas, mismas que producen constricción de los vasos sanguíneos.
Además, esta sustancia relaja los pequeños músculos que sostienen a los vasos sanguíneos. El Dr Elliot y su equipo de colaboradores, descubrieron que dicho compuesto bloqueaba la acción de una enzima llamada “tirosina hidroxilasa”, que nuestro cuerpo utiliza para la síntesis de las catecolaminas. De suerte que el apio puede resultar aun más benéfico para quienes sufren de hipertensión asociada al stress, y la tensión emocional (lo cual representa cerca del 50% de los casos).
Por su parte, investigadores del Centro de Investigaciones Hematológicas de Hunan, en China, también han aportado información al respecto. El apio es rico en una sustancia natural llamada apigenina que contribuye a dilatar los vasos sanguíneos.
En una comunicación, publicada en Mayo del 2006 en la revista American Journal of Phatology, Raquel Soares e Isabel Azevedo, de la Universidad de Porto en Portugal, (10) señalaron que la apigenina combate el estrés oxidativo a nivel celular y actúa como antiinflamatorio natural, y citaron diversos trabajos científicos al respecto. El estrés oxidativo contribuye al proceso del endurecimiento de los vasos sanguíneos, que a su ves, genera la hipertensión.
Aunque el apio es rico en sodio, (87mg/100gr) es también rico en potasio (287mg/100gr), por lo cual su riqueza en sodio no lo hace contraindicado en los pacientes con hipertensión.
VENTAJAS DEL APIO COMO HIPOTENSOR.
Si comparamos el Apio con los fármacos usualmente recetados para tratar la hipertensión, saltan a la vista numerosas ventajas:
De acuerdo con las investigaciones hasta ahora realizadas, el apio actúa de varias formas contra la hipertensión:
1. Como diurético (11). Los fármacos llamados diuréticos, recetados para disminuir la retención de sodio, y por ende la de agua, en el organismo, pueden producir un desbalance en la proporción sodio/potasio en nuestro organismo, lo cual afecta drásticamente las funciones celulares, y muy especialmente al corazón.
Los efectos secundarios más frecuentes de los diuréticos son: trastornos iónicos, elevación de los niveles de ácido úrico, de la glucosa y de las grasas en sangre, disfunción eréctil y disminución de la libido.
El Apio actúa como diurético sin afectar la proporción sodio/potasio y sin ningún efecto secundario nocivo.
2. Actúa de manera semejante a los bloqueadores de los canales del calcio (12). Estos fármacos inhiben el flujo del calcio a través de las membranas celulares del tejido muscular, con lo cual disminuyen la contracción de las fibras musculares.
En la hipertensión actúan relajando el músculo liso de las arterias. Los efectos secundarios de estos fármacos, que menciono en seguida, no son producidos por el Apio: retención de agua en las extremidades, disminución del flujo coronario, enlentecimiento de los latidos cardíacos, hipotensión arterial, rubor, dolor de cabeza, hemorragia digestiva debido a su efecto anticoagulante, por su efecto antiespasmódico pueden producir reflujo gastroesofágico y estreñimiento, como inhiben la apoptosis( destrucción celular, que forma parte de los mecanismos de autoprotección de diversos organismos vivos contra el riesgo de reproducción celular descontrolada) incrementan el riesgo de cáncer.
3. El Apio también ha demostrado que reduce los niveles de colesterol y que puede reducir la formación de placas que endurecen las paredes de las arterias, beneficio adicional respecto de sus efectos diuréticos e hipotensores (13).
4. Los hipotensores farmacológicos al reducir la presión, disminuyen el flujo de sangre al cerebro, y si bien esto disminuye el riesgo de sufrir un evento cerebro vascular, también genera efectos indeseables como fatiga, mala memoria, depresión, mareo.
El Apio no produce ninguno de estos efectos. Pero además, diversos experimentos con animales han demostrado que las ftalidas del apio ejercen una acción protectora sobre los tejidos cerebrales (14).También se ha visto, en estudios con animales que generan experimentalmente infartos cerebrales, que las ftalidas del Apio promueven una rápida recuperación (15).
En verdad, hace falta resaltar el echo de que la hipertensión es una respuesta extrema del organismo, para mantener un flujo sanguíneo adecuado en condiciones de desequilibrio. La verdadera enfermedad no es la hipertensión, sino los malos hábitos de vida que obligan al cuerpo a forzar el flujo sanguíneo.
Limitarse a combatir la hipertensión ( síntoma) sin corregir el desequilibrio (causa), trae aparejadas consecuencias relacionadas con déficit de riego sanguíneo a largo plazo, y, por supuesto, con la persistencia de la hipertensión.
5. Como regulador de las protaglandinas. Sustancias semejantes a las hormonas, pero de vida más breve, acción local, y que son producidas por todas las células, las prostaglandinas intervienen en la regulación de todos los procesos vitales básicos.( en la segunda parte profundizo sobre este tema).Como ya dijimos, el Apio combate las hormonas producidas por el estrés
6. Al parecer actúa también sobre los centros cerebrales que regulan la resistencia vascular (16).
¿ CÓMO UTILIZARLO?
Podemos utilizar el apio en ensaladas, en sopas, o en tizanas, pero la forma más practica y rápida para beneficiarnos de sus propiedades hipotensoras es consumir jugos con apio.
1. JUGO HIPOTENSOR: Pasar por el extractor dos chayotes crudos, ½ pepino y 4 tallos de apio. Tomar esta misma dosis 3 veces al día antes de cada alimento durante 30 días.
2. CURA DE JUGO DE APIO PARA COMBATIR LA HIPERTENSIÓN y EL STRESS.
Esta cura consiste en consumir todas las mañanas cantidades progresivas de jugo de apio combinado con jugo de manzana y de lechuga orejona. Para comenzar la cura se debe tomar en ayunas 1 vaso del jugo de manzana, el jugo de 15 hojas de lechuga orejona y de 4 tallos de apio (todo pasado por el extractor de jugos).
Al día siguiente incrementar la cantidad de jugo de apio: utilizar 8 tallos de apio para elaborar el jugo y continuar en los días sucesivos aumentando la cantidad de jugo de apio( añadir 4 tallos más por día), hasta que esté consumiendo ¾ de vaso de jugo de apio combinado con ¼ de vaso de jugo de manzana, y el jugo de 15 hojas de lechuga orejona. Se entiende que conforme aumentamos la cantidad de jugo de apio disminuimos la cantidad de jugo de manzana.
Hacer una toma en ayunas durante 30 días.
Observaciones: los jugos deben consumirse inmediatamente después de haberlos preparado. Para elaborar los jugos desinfecte los ingredientes, pero evite el uso de cloro como desinfectante.
Para obtener el jugo de apio, utilizamos el tallo y todas sus hojas. Los dos jugos aquí referidos son aptos para los diabéticos, sin embargo, en un diabético con desbalance de su glucosa puede ser conveniente sustituir el jugo de manzana por jugo de ejote (sí, ejote crudo pasado por el extractor) en la cura de apio.