Se les llama hilos mágicos porque rejuvenecen la piel al favorecer la creación de colágeno: Eliminan la flacidez propia de la edad y devuelven a la piel la luminosidad perdida.
Tienen su origen en Japón, donde empezaron a utilizarse para elevar la piel en las personas de cierta edad. Utilizan un material, la polidoioxanona, que se emplea en las suturas que se hacen en las intervenciones cardiacas.
Dicho material se reabsorbe solo antes de los seis meses.¿Por qué se ha puesto de moda? Pues porque se trata de un procedimiento rápido, sencillo y que no produce mucho dolor. Al realizar una especie de malla en el interior de la piel, se consigue devolver la forma de óvulo facial y del cuello, lo que devuelve un aspecto joven y saludable. La denominación de mágico se sustenta en que alrededor de los hilos, por el material del que están hecho, aparece colágeno y fibroblastos, lo que hace que la piel recupere parte de la elasticidad perdida.
Hilos mágicosEntre los problemas que pueden surgir están el enrojecimiento de la zona donde se implantan y algún hematoma que puede aparecer porque se rompa algún vaso sanguíneo al insertarlo. Hasta la primera semana después de su implantación el paciente puede tener algo de dolor en la zona intervenida, que irá despareciendo poco a poco.
Según los expertos, es un procedimiento que se puede hacer a partir de los 35 años y tiene un efecto reparador y preventivo, ya que puede retrasar los primeros signos de flacidez propios del paso de los años. Donde más se utilizan es en la cara, pero poco a poco se están extendiendo a otras zonas del cuerpo como los glúteos, manos, brazos, mamas e, incluso, en el abdomen.
Una recomendación: siempre tiene que haber una indicación médica antes de implantarlos.