Estudios en el pasado han mostrado que consumir una dosis pequeña de aspirina diariamente puede ofrecer beneficios a la salud, como reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer o prevenir un infarto o accidente cerebrovascular.
Un efecto secundario conocido de la aspirina es el riesgo de hemorragia interna.
La aspirina -el medicamento más usado en el mundo- es un analgésico que reduce el dolor, pero también tiene propiedades antiinflamatorias y se cree que inhibe la adherencia de plaquetas en los vasos sanguíneos.
Por eso muchos médicos recetan aspirina para la prevención de enfermedades cardiovasculares, como infarto y accidente cerebrovascular.
Ahora, sin embargo, una investigación llevada a cabo con más de 100.000 pacientes, encontró que el fármaco, tomado diariamente, puede hacer más daño que beneficio a una persona sana.
Según el estudio publicado en Archives of Internal Medicine (Archivos de Medicina Interna), el riesgo de sufrir una hemorragia interna -uno de los efectos secundarios de la aspirina- es muy alto entre quienes la toman todos los días.
Los científicos de la Universidad de Londres, quienes realizaron el estudio, concluyen que sólo las personas con un historial de problemas cardíacos o cerebrovasculares deben tomar las tabletas.
Pero la decisión final, agregan, debe ser tomada con el médico.
La aspirina es rutinariamente recetada a la gente que ya ha sufrido un infarto o accidente cerebrovascular.
Se sabe que el fármaco previene la formación de coágulos en las venas y arterias evitando que las plaquetas que circulan en la sangre se mantengan unidas.
Al reducir la formación de coágulos, las tabletas reducen el riesgo de sufrir otro evento cardiovascular.
Otras investigaciones amplias también han demostrado que el fármaco puede prevenir algunos de los tipos de cáncer más común.
Pero uno de sus efectos secundarios más conocidos es el riesgo de provocar una hemorragia interna, incluida una cerebral.
Por eso hasta ahora la comunidad científica ha estado debatiendo si sólo las personas en riesgo deberían tomar aspirina o también los adultos sanos.
En el Reino Unido, las recomendaciones de las organizaciones de salud establecen que los pacientes de alto riesgo cardiovascular mayores de 50 años pueden tomar 75 mg de aspirina diariamente.
¿Buena o mala?
Pero en 2008, el Boletín de Fármacos y Terapias del Reino Unido estableció que la aspirina como preventivo sólo debe ser recomendado cuando ya hay evidencia de enfermedad cardiovascular.
La nueva investigación analizó los datos de nueve ensayos clínicos en los que participaron 102.621 pacientes.
"La gente que no tiene enfermedad del corazón sintomática o diagnosticada no debe tomar aspirina porque el riesgo de una hemorragia interna puede superar los beneficios. Si usted está tomando aspirina recetada y tiene alguna preocupación, no deje simplemente de tomarla. Lo primero que debe hacer es consultar a su médico"
Fundación Británica del Corazón
Encontraron que, aunque hubo una reducción de 20% en los infartos no fatales entre las personas que tomaban aspirina, no hubo una reducción en las muertes por infarto, enfermedad cerebrovascular o cáncer.
Y sin embargo, el riesgo de una hemorragia interna potencialmente letal se incrementó 30%, afirman los científicos.
"Por cada 73 personas tratadas en un período de seis años veremos una de estas hemorragias no triviales", explica a la BBC el profesor Kausik Ray, del Hospital St George en Londres, quien dirigió el estudio.
"Por cada 160 personas tratadas en ese mismo período, estaríamos previniendo un infarto que de cualquier forma probablemente no hubiera sido letal".
"Esto sugiere que el beneficio neto de la aspirina no se encuentra allí y ciertamente ésta no prolonga la vida. De hecho, si se piensa bien, más que beneficio neto hay, un daño neto", agrega el científico.
Este estudio siguió a los pacientes durante un promedio de seis años.
Pero otra investigación dirigida por el profesor Peter Rothwell de la Universidad de Oxford, que siguió a pacientes durante más tiempo, encontró que las personas que tomaban diariamente una dosis pequeña de aspirina podían reducir, a largo plazo, el riesgo de varios tipos de cáncer.
Según el profesor Rothwell, esta nueva investigación "estuvo muy bien hecha, pero no creo que haya logrado un avance en los argumentos".
"En realidad sólo subraya la necesidad de llevar a cabo análisis más detallados sobre cómo los riesgos cambian a través del tiempo".
Natasha Stewart, de la Fundación Británica del Corazón, expresa que "la aspirina puede reducir el riesgo de infarto o accidente cerebrovascular entre los pacientes con enfermedad cardiovascular conocida y este grupo de personas debe continuar tomando aspirina si así lo recetó su médico".
"Nuestra recomendación es que la gente que no tiene enfermedad del corazón sintomática o diagnosticada no debe tomar aspirina porque el riesgo de una hemorragia interna puede superar los beneficios".