Aquellos que lleguen a la guardia del Centro Médico Universitario de Pittsburgh podrían recibir un tratamiento un tanto extraño, pero que podría salvar su vida: médicos drenarían su sangre y la reemplazarían con agua salada congelada.
De esta manera, estaría técnicamente muerto.
Investigadores del centro médico comenzaron con las pruebas que podrían cambiar los métodos que se conocen hasta ahora en lo que respecta a las cirugías.
La idea es hacer que el cuerpo del ser humano herido entre en un estado de hipotermia para alentar el metabolismo en pacientes que estén por morir. De esta manera, los médicos esperan poder ganar tiempo que sería clave en personas que estén en grave estado.
El problema es que, según se informa en The New York Times, acá entra en juego la ética del médico, ya que aquellos ciudadanos que lleguen heridos -cabe destacar que en esa zona de Pittsburgh hay una gran delincuencia-, no podrán dar el consentimiento para que les realicen este procedimiento.
Por este motivo los doctores están repartiendo unas pulseras gratuitas para que las lleven puestas aquellos que no quieren recibir el tratamiento en cuestión.
Lo que quieren hacer, si bien es a través de un procedimiento de lo más novedoso y nunca aplicado anteriormente, no es extraño. En Siberia muchos cirujanos empezaron a poner a bebés en bancos de nieve antes de realizarles operaciones del corazón para mejorar las chances de sobrevivir. Pacientes son rutinariamente enfriados actualmente antes de recibir procedimientos quirúrgicos en su corazón.