De orígenes inmemoriales, la cerveza es una de las bebidas más populares y consumidas en todo el mundo. Los historiadores han determinado que su nacimiento se remonta a la antigua Persia, en la zona que hoy corresponde a Irán y los países aledaños. Fue en ese lugar en el que en algún momento alguien mezcló agua con cereales y dejó que el proceso de fermentación completara el ciclo.
Su composición y proceso de elaboración son justamente los factores que afianzaron su consumo: por un lado, la presencia de cereales la transformó en un complemento alimenticio esencial y, por otro, el alcohol producido por la fermentación desinfectaba el agua lo que produjo una bebida libre de bacterias perjudiciales. Por estas razones, se la considera una de las bebidas más saludables que existen, siempre y cuando se trata de un consumo responsable.
En este sentido, la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial, junto con el Centro de Información Cerveza y Salud, han elaborado un informe exponiendo diez razones para disfrutar de la cerveza. ¿Queréis conocerlas? Leed lo que sigue:
La cerveza cuenta con un alto poder hidratante gracias a que el 93% de su composición es agua, algo que beneficia a quienes padecen hipertensión arterial.
Posee vitamina B, lo que beneficia al sistema nervioso y potencia la regeneración de las células del cuerpo.
Su consumo aumenta los niveles de lipoproteínas de alta densidad, reduce el colesterol, limpia las arterias y, gracias a esto, se la considera como un arma eficaz en la prevención de la arteriosclerosis.
La cerveza tiene cualidades diuréticas gracias a sus altos niveles de potasio. Esta característica ayuda a reducir el riesgo de sufrir hipertensión arterial, cardiopatías y accidentes vasculares.
La cerveza contiene bajas cantidades de sodio, lo que ayuda a evitar los riesgos de derrame cerebral o problemas renales.
Contribuye a retrasar el envejecimiento debido a que cuenta con antioxidantes naturales.
Disminuye el riesgo cardiovascular, sobretodo en personas hipertensas, ya que contribuye a la regulación de la presión arterial.
Contiene fitoestrógenos naturales, lo que retrasa los síntomas de la menopausia.
Entre los componentes químicos de la cerveza están el magnesio, el fósforo y el silicio, que son esenciales para la prevención y el retraso de las enfermedades óseas.
El magnesio, fósforo y silicio también ayudan a reducir los riesgos de enfermedades neurodegenerativas
Así que la próxima vez que os reunáis con vuestros amigos en torno a una buena cerveza, recordad que si bebéis cerverza con moderación y responsabilidad estaréis contribuyendo a mantener vuestra buena salud.